Page 35 - Secundaria - Comprometid@s con la Historia de México - 3er Grado
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la fecha prevista para el regreso de Quetzalcóatl. Por ello, el trato de Moctezuma hacia Cortés era el propio de un rey que ofrece su amistad a otro a fin de evitar una guerra y una derrota posibles. De allí también que al principio las relaciones entre mexicas y es- pañoles fueran pacíficas. Esto cambió cuando los mexicas, vién- dolos comer ensuciándose las manos y dormir a pierna suelta como seres humanos comunes y corrientes, comprendieron que los españoles eran simples mortales.
El trato de Cortés hacia Moctezuma no fue parejo: Cortés lo apresó para usarlo como rehén en caso de un supuesto le- vantamiento. Tal era la situación cuando Cortés fue avisado de que Pánfilo de Narváez (1470-1528), al mando de una tropa de españoles, se hallaba en La Villa Rica de la Vera Cruz con el fin de apresarlo por órdenes de Diego de Velázquez. Debido a ello, Cortés tuvo que salir a prisa hacia Veracruz con una parte de sus tropas; dejó la otra parte en Tenochtitlan, al mando de Pedro de Alvarado (1485-1541).
Durante la ausencia de Cortés sucedió algo gravísimo en Te-
nochtitlan. Se celebraba en el Templo Mayor una ceremonia en
la cual estaba presente, sin armas y adornada con joyas, la ma-
yoría de los mexicas nobles. Los españoles los atacaron, les arrancaron las joyas y mataron a muchos. La indignación de los tenochcas no pudo ser mayor; se sublevaron y mantuvieron cercados a los españoles en el palacio de Axayácatl. Esa era la situación cuando Cortés regresó de la Vera Cruz después de vencer a Pánfilo de Narváez. En un intento por calmar las cosas, Cortés pidió a Moctezuma que saliera al balcón del palacio y que hablara a su pueblo; pero los mexicas no hicieron otra cosa sino responder con una lluvia de piedras a causa de la cual murió Moctezuma. Cortés no tuvo otra opción que planear la retirada. Los españoles intentaron huir a escondidas, pero fueron descubiertos.
Los mexicas sacrificaron de inmediato a los españoles capturados; su sacrificio infundió mucho miedo a los es- pañoles. Muerto Moctezuma, Cuitláhuac subió al trono y reorganizó la ciudad. Mientras tanto Cortés, refugiado en Tlaxcala, organizó sus tropas y a sus aliados indígenas y marchó a sitiar Tenochtitlan. En un inicio bloqueó los accesos a la ciudad tomando las calzadas que conducían a ella y destruyó el acueducto que la surtía de agua. Luego, con la madera de los bosques que rodeaban el Lago de México, mandó construir 13 bergantines, barcos ligeros y pequeños, cargados de cañones, y atacó a los mexicas. Éstos se defendieron mediante rápidas canoas desde las cuales lanzaban flechas y lanzas. Entre las causas que dieron la victoria a Cortés se contaron: sus armas de fuego, más mortales que las flechas y lanzas de los indígenas; la ayuda de pueblos que rodeaban el lago, unos sometidos por los españoles, otros aliados con ellos (Cortés había implantado esa estrategia a fin de no tener enemigos a la espalda y dejar sin aliados a los mexicas); y la epidemia de viruela que devastó a Tenochtitlan. En menos de un año, la viruela se propagó desde ese puerto hasta el interior de Mesoamérica y causó la muerte de no
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Los españoles tenían una resistencia natural a la viruela, pues habían estado expuestos a ella con regularidad, todo lo contrario de los mexicas que nunca la habían enfrentado. Eso quedó registra- do en el Códice Florentino.
menos de tres millones de personas (algunos investigadores escriben que esa cifra se elevó a diez millones).
Cuitláhuac mismo pereció a causa de la viruela. Fue sustituido en el trono por Cuauhtémoc (1495-1525), sobrino de Moctezuma. Cuauhtémoc consultó a sus consejeros si, a causa del implacable sitio de Cortés sobre Tenochtitlan, debían rendirse o no. Decidieron pelear hasta la muerte. Como no pensaron que la resistencia habría de ser tan prolongada, no acumularon suficientes reservas de ali- mentos, los cuales escasearon y a los dos meses se extinguieron por completo. Los cadáveres de los muertos por la viruela y la guerra se apilaban en las calles y en los canales, contaminaban el agua, produ- cían una pestilencia insoportable y causaban muchas enfermedades. No obstante todo ello, los mexicas resistieron fieramente, empren- dieron algunas ofensivas contra los españoles, colocaron estacas en el lago para hacer encallar a los bergantines, corrían en zigzag para evitar los disparos de los cañones, llegaron a atacar de noche (cosa que desconcertaba a los españoles) e incluso estuvieron a punto de capturar a Cortés y de sacrificarlo.
Tenochtitlan soportó 72 días de sitio. Los conquistadores y sus aliados tomaron parte de la ciudad, lo que obligó a Cuauhtémoc y su
Figura 1.18
Los ejércitos mexicas, organizados por Cuitláhuac (¿?- 1520), hermano de Moctezu- ma, hicieron lo posible por detener la huida de los españoles. Se cuenta que cuando Cortés llegó a la orilla del lago y contó la escasa cantidad de soldados que le quedaban, se apartó de su ejérci- to y se puso a llorar tristemente bajo un árbol. A este episodio de la conquista se le conoce como La Noche Triste. ¡Por supuesto que tal nombre fue puesto por los españoles!
Las culturas prehispánicas y la conformación del Virreinato 35