Page 40 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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36 R. CÚNEO - VIDAL
las salinas conocidas en nuestros días como de los Aullagas, triun-
fo que fue de las razas primordiales americanas y razón de ser
de sus traslaciones del riñón del continente, a la encumbrada
meseta de los Andes.
Cruzando el Desaguadero en su nacimiento, y siguiendo su
curso en un trayecto de acaso cien leguas, la hueste protocollagua
ocupó la ciénaga de Coypasa, los yacimientos salinos que hoy de-
cimos de Garcimendoza, y los salares de Colcha.
Aquel triple sistema de salares, residuo evidente de una mar
interior que el levantamiento milenario de los Andes elevó a aque-
llas alturas durante el plazo de las edades geológicas del planeta,
constituyó la provisión de sal más abundante que humanidad al-
guna haya poseído en época alguna de la historia del mundo.
La posesión de aquel capítulo de riqueza del antiguo mundo
americano hizo de Tiahuanaco una entidad preponderante entre
las naciones en estado de behetría que con él colindaban.
Estas compitieron en llevarle los productos de su agricultura,
ganadería e industria, a trueque de la sal de las dichosas salinas.
La sal fué, de consiguiente, la razón de ser de la prepon-
derancia civil y religiosa de Tiahuanaco, y la clave de su misión
civilizadora entre las restantes estirpes americanas.
Estúdiese, a la luz de cuanto venimos diciendo, el proceso
de las traslaciones de las civilizaciones clásicas del mundo asiá-
tico, africano y europeo, y se verá que la gravitación de sus estir-
pes primordiales estuvo relacionada, de igual modo, con trage-
dias telúricas, que las obligaron a replegarse violentamente de
las orillas marítimas de continentes provistos de sal a comarcas
en que escaseó un tan útil elemento de vida, lo cual las obligó a
ir en su demanda en las mesetas cordilleranas en que sospecharon
su existencia.
Concretemos, para terminar, nuestro pensamiento
La civilización protocollagua se manifestó en la cuenca ribe-
reña del Titicaca en un terreno que poseyó las condiciones nece-
sarias para su arraigo agrícola y para su paulatino desenvolvi-
miento cultural.