Page 201 - Resiliente
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20 de junio.
Laura, Camila y Cleo se han tornado más fuertes y audaces,
no sé cómo interpretar esto, el silencio que hay entre nuestros
muros jamás fue peor, apenas hablamos a estas alturas, nos
vemos, saludamos, salimos a entrenar, damos nuestras rondas
y luego volvemos a dormir.
Es todo lo que hacemos, ni siquiera tengo que documentar los
días pasados en la bitácora, debido a que han sido extenuante-
mente rutinarios, incluso la relación de Máximo y Cleo se ha
vuelto extremadamente opaca, apenas escuchamos de sus enormes
y largas revueltas en su habitación, ahora ambos están dedica-
dos a protegerse el uno al otro, nos hemos convertido en hor-
migas obreras, con el mero propósito de subsistir en un mundo
que ya no nos pertenece.
Los primeros días estuvimos tranquilos y consecuentemente nos
fuimos metiendo en este círculo interminable de subsistencia,
hemos terminado la muralla del parque, Mauro ya no usa bastón
ni cojea, ahora se dedica a correr o a colgarse en cualquier
superficie como un gimnasta, es ágil, y ahora la antigua pla-
ca muscular que siempre había ostentado se hace visible, se ve
como un guerrero y la determinación en sus ojos es firme, pero
presiento la misma preocupación que tengo yo ¿Sera la vida
ahora así nada más? Máximo por otro lado está más fuerte, sus
piernas se han ensanchado más, al igual que su espalda y bra-
zos, corre con más agilidad que antes y levanta enormes pesos.
La muralla se constituye ahora de una enorme zanja de metro
ochenta de profundidad por delante y por detrás, y una barrera
llena de piedras, concreto y madera, algunas veces escuchamos
que la golpean, pero no pasa de eso, Mauro tiene una resisten-
cia terrible, para explorar la casa de su abuela así que lo
hemos hecho Máximo y yo, sacamos todo el material de jardinería
y comenzamos a replantar algunas flores en el patio, allí donde
están nuestros seres queridos y los otros enterrados.
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