Page 100 - METAFÍSICA 4 en 1 edicion 1 y 2
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—¡No!
            —¡Pues dilo! —¿Qué digo?
            —Di: "YO NO QUIERO ESTO, YO NO QUIERO ESTO". Dilo, tienes que decirlo.
               Cuál  no  sería  el  espanto  de  la  madre  y  el  padre  cuando  vinieron  y  me dijeron: "Bueno, el día en que usted
            estuvo con versando con ella... ¿Qué fue lo que le dijo?... porque de eso hace tres meses y la niña más nunca ha
            tenido una gripe". Yo les respondí: "¡Claro! porque si ella logra decir "No quiero", esa expresión es más fuerte que
            su Papá y su Mamá, ya que ambos no van a decir: "Nosotros queremos que tenga gripe"; aunque sí dicen: "Vive
            con gripe; no pasa una semana en que esa niña no tenga gripe". Son ignorantes, no lo saben; pero están dando la
            orden,  está  decretando;  "Así  es",  "Yo  quiero";  es absolutamente todopoderoso. Si ustedes oyen decir que van a
            entrar al país los comunistas —aunque yo no quería decirlo, porque creo que aquí no hay comunistas— no vendrían
            aquí, ¿verdad? ¿Y si vienen? Bien, pues, aunque vengan yo no quiero, yo no quiero comunismo aquí porque ésta es
            mi casa, Venezuela es mía y es tuya y de todos; es mi casa y es tu casa. ¿Tú quieres comunismo en tu casa? Pues yo
            no quiero; a mí no me da la gana y UNO CON DIOS ES LA MAYORÍA. Pobrecitos los comunistas; no saben lo que
            he visto hace mucho tiempo; a mí no me da la gana y por eso es que no entran. ¡Pruébenlo! Sí, señor, pruébenlo.
            Ustedes van a decir, como me han dicho a mí muchas personas: "Pero, bueno, ¿qué dirán los comunistas?" Digo,
            "bueno, yo lo siento mucho pero la voluntad de Dios es la libertad, la libertad individual; y como ese es un sistema
            que no permite libertad no se puede aceptar". De manera que el yo quiero y el yo no quiero son todopoderosos, no se
            olviden de eso. Cuando ustedes oigan por ahí acerca de eso que les mencioné —por ejemplo, lo de los teléfonos—
            ustedes responden: "YO NO QUIERO. PARA MÍ YO LO QUIERO ASÍ". Aunque ustedes no pueden decir, por
            ejemplo: "Yo no quiero que Fulano haga eso, aquello no..." Eso es brujería: eso no se puede; tú puedes mandar en ti
            y querer para ti. Por ejemplo: "Yo quiero a Venezuela; es mi casa; porque si Venezuela es mi casa  y es mía y no
            quiero sino orden, armonía, libertad, justicia, todas las virtudes"; no estoy nombrando nada que no deba nombrar;
            estoy nombrando solamente virtudes, lo que yo deseo para mi tierra y eso sí se puede decir. Pero, tú no puedes decir
            como un amigo mío: "Es que yo quiero que mi hijo estudie esto..." No, señor; no puedes decir eso; tu hijo tiene que
            estudiar lo que a él le pide su espíritu, porque tú no sabes si ese niño —que quieres que sea abogado— desea ser
            pintor. No lo puedes obligar; tienes que esperar a ver hacia dónde ese niño va a demostrar lo que va a ser. Por lo
            tanto, no se puede ordenar en el espíritu de otro aunque sí en el tuyo. Yo quiero, todos nosotros queremos y creemos
            en  la  voluntad  de  Dios,  estamos  de  acuerdo  con  la  voluntad  de  Dios;  porque  la  voluntad  de  Dios  es  perfecta;
            entonces,  si  no  sucede  aquello que tú quieres porque no es la voluntad de Dios, te sucederá algo mejor, siempre
            bueno.

            DESPEDIDA
                Les  voy  a  decir  adiós,  hasta  dentro  de  un  ratico;  pero,  primero,  les  voy  a  decir  que
            espero les haya gustado esta enseñanza, así como espero que hayan notado que es una
            enseñanza práctica para la vida diaria, que no tiene nada que ver con el ÍNDICE y los libros
            que la Iglesia ha prohibido. Me han preguntado muchas veces: "Pero, ¿y la Iglesia permite?"
            A menos que la Iglesia prohiba la ciencia, es decir, prohiba la medicina, la química y demás
            ciencias...  entonces  no  habría  llegado  el  hombre  a  la  luna.  Lo  que  yo  digo  es  científico,
            absolutamente científico ya que —como ven— está basado en lo positivo, en la paz, en la
            verdad, Todo eso es Amor, amor al prójimo. De manera que si les han gustado estas ense-
            ñanzas,  sepan  que  hay  muchas  otras  cosas  buenas,  muy  buenas.  Esto  no  es  sino  un
            poquito, así como para abrirles el apetito, y para que salgan de aquí resolviendo problemas
            ya. Eso es puro Amor; así es que estamos muy a la orden, espero que les haya gustado.

            INTRODUCCIÓN
                En  la  opinión  de  esta  autora,  las  verdades  más  profundas  pueden  ser  perfectamente
            comprendidas por toda persona mayor de diez años y de mediana inteligencia, siempre que
            le  sean  presentadas  en  lenguaje  sencillo  y  en  una  forma  que  puedan  aplicar  a  su  vida
            diaria.
                Los tratados de Filosofía y Metafísica contienen un tesoro de enseñanzas para el logro
            de una vida próspera, feliz y asegurada contra todos los males corrientes que aquejan al ser
            humano; pero la fraseología técnica está más allá de la comprensión de la persona común.
            Diríase  que  los  grandes  Pensadores y Maestros, lejos de sentir el deseo de compartir el
            tesoro  con  la  mayoría,  se  esforzaron  en  ocultarlo  tras  barricadas  retóricas  y  jerigonzas
            especiales.

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