Page 103 - METAFÍSICA 4 en 1 edicion 1 y 2
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Por supuesto te veo pensando en las causas materiales de todas estas cosas. Te veo protestando interior-
mente porque siempre se le ha dado importancia a la causa material; por ejemplo, los gérmenes y microbios
causantes de muchas enfermedades; pero es que esos virus y gérmenes no son sino efectos, a su vez, y no
causas. La causa original está en la mente. El germen no es sino uno de los eslabones de una cadena. La
enfermedad es el eslabón que le sigue. Te estoy tratando de llevar hacia atrás y no hacia adelante, en el orden
de la creación. La causa material es un producto ya terminado. El diseño original, básico, es el pensamiento.
Todo lo demás que proviene después en lo exterior, no es otra cosa que el material disponible para la
realización de la obra. ¿Me comprendes?
La Fe es la otra cara de una misma moneda. Por una cara está el Temor, por la otra la Fe. La Fe es
positiva. El temor es negativo. La Fe produce el aspecto bueno. El Temor produce el aspecto malo. ¡Nadie
teme jamás que vaya a suceder algo se considera malo! El pensamiento que está acompañado por la Fe es,
pues, bueno, y se manifiesta más rápidamente y con mayor fuerza al igual que su opuesto. Es posible
aprender a tener Fe; Ella viene por el conocimiento. Al aprender a emplear la maquinaria de la Fe, desaparece
todo el temor.
Tú sabes que la Capital de tu país está en tal o cual parte. Tienes ese conocimiento
porque te lo han enseñado los que lo conocen. Tú no lo pones en duda y sabes que si
tomas el tren o el avión o el auto para dirigirte a la Capital, vas para la Capital y no para la
Luna. Pues eso es Fe. Tu tienes Fe en que la Capital existe y que tu deseo o tu necesidad
te llevan a ella. Tienes Fe en llegar a ella. ¡No temes llegar a la Luna! El conocimiento
destierra la duda. La Fe destierra el Temor.
Ya sabes, pues, que el pensamiento negativo produce un efecto que llaman "malo". Que el pensamiento
positivo produce el efecto que llaman "bueno". Conoces el peligro de acompañar el peligro con el Temor. Esos
resultados "malos", efectos del pensamiento negativo y del temor, son los llamados castigos que las iglesias y
la gente buena han creído "ser mandados por Dios". ¿Te das cuenta de la magnitud del error?
Jesús dijo: "TAL COMO PIENSA EL HOMBRE EN SU CORAZÓN, ASÍ ES ÉL". ¡Aquí
está expresado en una cápsula toda la explicación anterior! El pensamiento unido al senti-
miento "piensa... en corazón", y la frase minúscula: "así es él" encierran todo en un capítulo;
pues el hombre y su mundo son uno. El hombre y todo lo que él reproduce, exterioriza,
fabrica, posee y reúne en su entorno, son uno con él; y él (más todo lo enumerado) es un
reflejo exacto de la imagen que tiene asentada en el alma.
Salomón dijo antes y aún más claro:
"SEGÚN PIENSAS EN TU ALMA, ASÍ ES." (PROVERBIOS, 23:7)
LA MECÁNICA DEL PENSAMIENTO
Todo el día y toda la noche estamos pensando una infinidad de cosas distintas. Pasa
por la mente una especie de película cinematográfica constante, pero desconectada. Entre
tantas ideas diferentes nos detiene alguna que otra. A éstas las contemplamos mentalmen-
te, les damos vueltas, posiblemente las comentamos con alguien y luego volvemos a
repasarlas más tarde. Esas ideas se convierten en imágenes mentales. La imagen mental
es lo que pasa al Subconsciente, se establece allí y vuelve, lo que llaman los psicólogos,
"un reflejo".
Los psicólogos no estudian sino los reflejos que gobiernan el comportamiento y las
aberraciones mentales. Los metafísicos abarcan un campo mucho más amplio y saben que
los reflejos gobiernan no sólo al hombre, sino también a todo lo que le ocurra al hombre
exteriormente.
Tantas veces se contemple o se estudie una idea, tanto más se arraiga su reflejo
en el Subconsciente. El Subconsciente no discierne. Esa no es su función. El no tiene
poder para protestar. No tiene voluntad propia. No tiene sentido del humor. No sabe si la
orden que le hemos dado es un chiste o es en serio. Su función consiste: primero, en
almacenar las imágenes mentales, y luego lanzarlas hacia afuera como salen las copias
fotostáticas. Es un autómata o un robot. Es un servidor maravilloso que nos economiza toda
la tarea de recordar y poner en práctica todo lo que vamos aprendiendo y que hemos ido
aprendiendo ¡desde que no éramos más que una gota de agua en el océano! Es pues un
secretario, archivador, bibliotecario insigne. Al no haber más archivado la imagen mental
que le preparamos, él comienza a reproducirla, aprovechando la más insignificante
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