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Capítulo 14



               el mismo marcador, pasando a cuartos de final para disputar con el
               Gremio de Brasil que nos ganó en el partido de ida por 1 a 0. En el
               partido de vuelta en el Atahualpa, los superamos ampliamente por 4 a
               0, llegando con este triunfo a semifinales.

               Fue el turno de enfrentar al Atlético Mineiro de Brasil. En Quito, los
               doblegamos por 1 a 0. En Brasil, Atlético Mineiro se tomó la revancha
               por 2 a 0. El triunfo del Mineiro se produjo por un autogol de José Lupo
               Guerrero, considerada por la prensa de Brasil como uno de los mejores
               jugadores de Nacional, que alcanzó el tercer lugar en la clasificación general.


               Esta participación de carácter internacional nos dejó un balance
               positivo. La conducción técnico táctica del profesor Ernesto Guerra
               fue determinante y acertada en cada uno de los partidos disputados. Se
               observó el orden y la disciplina táctica en el campo de juego. Los ´Puros
               criollos' asimilaron más conocimiento y experiencia que les sirvió para
               continuar disputando los encuentros del campeonato nacional.

               Llegamos a las instancias finales del campeonato. Habían tres equipos
               que se disputaron los lugares estelares y Nacional era uno de ellos.
               Según la prensa especializada, era el menos opcionado, sin embargo
               en el momento de la verdad, el equipo criollo puso en el campo de
               juego toda su garra, pundonor y experiencia adquirida y llegó a igualar
               en puntos con el campeón reinante, Barcelona. La definición del
               campeonato se realizó en dos partidos: uno de ida y otro de vuelta. El
               primer partido se jugó en Quito, y Nacional se impuso por 2 goles a 1,
               un marcador fácil de superar, según los entendidos.


               Nacional jugaba el último partido del campeonato en Guayaquil, en
               el estadio del dueño de casa, Barcelona. Un compromiso de mucha
               trascendencia para los intereses institucionales de cada club. Se definía
               quien sería el campeón del fútbol nacional de 1992.


               Llegar a disputar el campeonato revestía una responsabilidad superior.
               Para afrontar este último compromiso se planificó entre directivos y
               cuerpo técnico. Analizamos todas las variables posibles que se podían
               dar a lo largo de la semana y especialmente el día del partido.

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