Page 38 - Asociación Argentina de Actores
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alimentarse tenían que trepar árboles y grandes peñas en búsqueda de plantas y animales
comestibles. Estos individuos reflejaban la mala nutrición en sus cuerpos. […] Es
evidente que en un país cuyos habitantes se ven reducidos a tan pobres
alimentos y en el cual es tan grande el trabajo necesario para procurárselos, la
población tiene que ser muy escasa en proporción al territorio y sus límites
extremos tienen que ser muy reducidos.[4]
En lo referente a la mujer y su vida en las tribus salvajes, parece dar soporte al hecho
que son ellas quienes representan un freno para el crecimiento de la población; y en el
caso específico de aquellas tribus, representaba un freno positivo dadas las bajezas y
brutalidades que se cometían con ellas, ocasionándoles daños físicos externos e internos
que hacían que no pudiesen procrear.
“[…] pero si tenemos en cuenta las costumbres extrañas y bárbaras de esas gentes, el
cruel trato que dan a sus mujeres y las dificultades para criar a sus hijos, en lugar de
sorprendernos de que la población no traspase más a menudo esos límites, nos
inclinaremos a considerar que esos recursos tan escasos son suficientes para sostener
toda la población que pudiera existir en circunstancias semejantes.”[5]
Lo anterior soporta histórica, pero no éticamente, la tesis de este ensayo: el
empoderamiento educativo de la mujer brinda a las sociedades un control racional del
aumento de la población puesto que ellas son promotoras esenciales del desarrollo
social y económico. Es pues, la consciencia femenina, que dejando a un lado los
sentimientos maternales y personales, hace que la búsqueda de oportunidades,
recompensas intrínsecas y extrínsecas; así como su desarrollo integral, se vea mucho
más fuerte en la actualidad, siendo el empoderamiento en ellas, el promotor de mayores
niveles de educación técnica y cognoscitiva para su propio intelecto y sus familias. Se
considera que el empoderamiento de la mujer, le hace determinar de manera racional
los costos y beneficios propios y de la sociedad, al tener un número determinado de