Page 105 - Pacto de silencio
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debía reunir el tóxico, a partir de sus efectos en los afectados, descubre el 11 de julio
de 1981, como acabamos de ver, y en sus exploraciones de los campos para conocer
por boca de los propios agricultores los productos habitualmente empleados por ellos,
un producto, el Nemacur-10, que rápidamente llama su atención, ya que por su forma
de aplicación sistémica y por su fórmula sospecha que puede ser el tóxico buscado.
Sobre todo por ser uno de los pocos tóxicos con el radical para-amino-benceno,
productor de insomnio, uno de los síntomas como vimos más patognómicos del
síndrome tóxico en sus inicios. Es pues un tóxico cuya molécula explica el cuadro
clínico que se encuentra en los enfermos, y permite predecir otros efectos clínicos
que se podrían esperar en un futuro más o menos próximo. Característica
fundamental de este tóxico es el de ser lipófilo, ya que si fuera hidrófilo habría sido
eliminado por el riñón más tarde o más temprano. Aquel 11 de julio se recogieron
siete posibles tóxicos para su posterior estudio. De ellos, solamente uno era insoluble
al echar 5 gramos en 95 de agua —(solución al 5%)— destilada. Además, se
recogieron del campo tratado algunos productos.
Para realizar las experiencias se contactó con el Instituto Nacional de Toxicología
y con el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición de Majadahonda:
«Nos pusimos al habla con el director del Instituto Nacional de Toxicología en
solicitud de la posibilidad de realizar unos experimentos con una suspensión en
agua destilada al 10% del Nemacur-10 y seis muestras con soluciones en agua
destilada de los otros seis productos que habíamos recogido el mismo día en el
campo. Al parecer excesivos experimentos sobre seis productos distintos,
limitamos la solicitud al Nemacur-10, al que designamos con la letra T de
Tóxico, y a los otros dos con la letra L por ser líquidos claros. Ya que pudimos
comprobar la imposibilidad de disolver en agua el Nemacur-10, lo que era una
de las condiciones que teníamos fijadas en el perfil del tóxico, pues si hubiera
sido hidrosoluble se hubiera eliminado por la orina y no producirla a los tres
meses efectos nuevos, lo que a su vez indicaba que se trataba el tóxico de una
sustancia liposoluble, desde luego lipófila. —Muy esquemáticamente quiere
decir esto que el tóxico se activaba (reactivaba) cuando había desplazamientos
de la grasa en el organismo—. Además dimos productos hortícolas recogidos en
los campos que estudiamos el día anterior, entre los que iban pimientos tratados
con el supuesto tóxico. —Quiero recordar aquí una vez más que los pimientos
tratados con este tipo de tóxico merecieron la atención de mandos de la OTAN,
por su potencial implicación en aplicaciones bélicas.
»La misma petición y la misma experiencia montamos en paralelo en la sección
de Toxicología del Centro Nacional de Alimentación de Majadahonda, Los
resultados en ambas experiencias realizadas en forma independiente pero con
idénticas técnicas fueron absolutamente iguales. Cuando se administra por boca
la suspensión de Nemacur-10 el cobaya muere en ambas experiencias al sexto
día, mientras que si se alimenta con un pedazo pequeño del pimiento tratado a
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