Page 45 - Pacto de silencio
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1981, y afectó principalmente a las zonas Centro y Norte de España. Rápidamente
                 adquirió  proporciones  de  epidemia.  El  abanico  exacto  de  indicios  y  síntomas  que
                 presentaban los pacientes del síndrome era singular y nunca, hasta ese momento, se
                 había descrito. Consiguientemente, no pudo deducirse causa alguna por analogía con
                 otras enfermedades.
                 «La  primera  impresión  fue  la  de  que  la  enfermedad  era  de  carácter  infeccioso.  La
                 idea  se  rechazó  cuando  pruebas  microbiológicas,  de  especial  agudeza,  arrojaron
                 insistentemente resultados negativos en tal sentido. Así, aparecía la posibilidad de
                 una etiología de carácter tóxico.

                 «EPIDEMIOLOGÍA

                 «Una vez que el Dr. TABUENCA OLIVER hubo señalado la posible conexión entre la
                 enfermedad  y  el  consumo  de  un  llamado  "aceite  de  oliva",  ilícito,  adquirido  de
                 vendedores  callejeros,  se  emprendieron  estudios  epidemiológicos  de  amplitud.  Las
                 averiguaciones apuntaban con fuerza hacia la presencia, en lo que se había vendido
                 como  aceite  comestible,  de  un  agente  tóxico  derivado  de  aceite  de  colza
                 desnaturalizado.
                 «La confirmación de los resultados de este trabajo fue aportada por Sir Richard Doll,
                 de  Oxford,  Inglaterra,  quien  también  visitó  España,  para  realizar  una  examen
                 pericial de carácter independiente. Tras una revisión critica de los datos «extrajo la
                 conclusión de que el aceite adulterado era la causa del síndrome tóxico».

                 «TOXICOLOGÍA
                 «Las  pruebas  de  laboratorio  no  han  logrado,  basta  ahora,  producir  un  síndrome
                 fiable y similar al Síndrome del Aceite Tóxico, en los anímales de investigación a los
                 que se ha suministrado el aceite. Tal resultado no es sorprendente, ya que no se ha
                 identificado en él ningún agente tóxico concreto. Muy importante es, sin embargo, la
                 falta de un «modelo» animal de la enfermedad humana, y, durante cinco años, las
                 dudas que han surgido sobre la autenticidad de los llamados aceites relacionados con
                 el caso, han impedido la identificación del ente, o de los entes químicos responsables
                 de la enfermedad.
                 «Se esta elaborando un programa planificado de investigación entre las Autoridades
                 españolas y la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud.
                 Se  espera  obtener  de  su  desarrollo  resultados  referentes  a  la  etiología  de  la
                 enfermedad, pero, a causa de las dificultades técnicas inherentes, no parece probable
                 que se pueda contar con respuestas reveladoras en un próximo futuro.
                 «Especial  importancia  reviste,  sin  embargo,  el  hecho  de  que  un  reciente  estudio
                 tóxico-epidemiológico  muestre  un  Incremento  del  riesgo  de  desarrollo  de  la
                 enfermedad,  directamente  proporcional  a  la  mayor  concentración  de  anilina  y  de
                 anilinas de ácidos grasos, presente en el aceite ingerido. El procedimiento seguido en
                 este estudio puede permitir la identificación de los aceites relacionados con el caso
                 aptos para los análisis y pruebas.

                 «HIPÓTESIS ALTERNATIVAS SOBRE LAS CAUSAS
                 «Por  lo  que  se  refiere  a  explicaciones  alternativas  sobre  la  causa  de  esta  singular
                 enfermedad  —por  ejemplo,  los  pesticidas—  ninguna  de  las  pruebas  relevantes  ha
                 resultado, hasta el momento, en absoluto convincente. Más aun, los defensores de la
                 existencia  de  algunos  otros  agentes  tóxicos  no  han  dado  publicidad  a  sus
                 descubrimientos en los medios científicos disponibles, ni han hecho llegar al Comité
                 Directivo  prueba  alguna,  pese  a  las  oportunidades  que  se  les  han  brindado  de
                 hacerlo.

                 «CONCLUSIÓN
                 Habida  cuenta  de  los  resultados  de  los  estudios  epidemiológicos,  la  opinión  del
                 Comité  Científico  Directivo  sobre  el  Síndrome  del  Aceite  Tóxico  de  la  Organización
                 Mundial  de  la  Salud,  es  que  el  Síndrome  del  aceite  tóxico  fue  resultado  de  la



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