Page 14 - CAMINOS SIN GLORIA

Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora

En medio de todo y durante mucho tiempo tuvimos
una educación, con prohibiciones, y todas las reglas que se
pudieran inventar para según ellos hacernos personas de
bien; debo reconocer que la educación que recibí se la debo
a mi padrastro que en parte asumió de manera estoica lo que
el sabia conllevaba tener otra relación; muy paciente y
educado en sus costumbres nos enseñaba de manera muy
practica y tranquila cada aspecto en todas las materias;
lamentablemente a la par de los problemas internos
familiares que teníamos; los problemas que a también
habían por parte de la familia de mi padrastro con mi madre
y en el cual también nosotros salíamos afectados a nuestra
corta edad, porque desde que tengo uso de razón mi madre
siempre estuvo con mi padrastro pero ocultando la relación
con mi padre.

No la puedo culpar a ella por eso; sus razones tuvo y
su derecho también por el continuo maltrato familiar pero
no comparto que ella exteriorizara y volcara su frustración
hacia nosotros para así salvar su culpa de las acciones o
reacciones que tenia hacia nosotros o cualquiera.

Así sobrelleve mi vida en mi época de niñez y
adolescencia; no niego también que durante este tiempo mi
manera de escape a tanto problema cotidiano día tras día
cometí errores que en su momento me costaron lagrimas
por los azotes y forma de castigo que me imponían, ni fui
buen estudiante en ninguna etapa de mi vida; pero todos mis
familiares decían que era muy inteligente, en mi niñez casi
estuve de escuela en escuela, en algún momento decidieron
ponerme en buenos colegios creyendo que con eso
cambiaria pero nunca fue así porque todo cuanto se me

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