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UN TURNO TÓXICO EN FERIADO
Un día de locos.

Por: Md. Pedro David Méndez Cordero
En la siguiente historia relato un día de guardia, ese que jamás olvi-
daré por todos los eventos que sucedieron en simultáneo, con diversas
causas y complicaciones. Como la palabra “tóxico/a” está de moda, es
que procedo a utilizarla porque es la que mejor describe a esa movida
jornada en tiempo de pandemia. Correspondía al turno de Viernes Santo,
entonces llegué temprano al hospital, como de costumbre, y la primera
novedad fue que mi compañera se había reportado enferma, mientras el
otro tenía que cumplir el turno de dieciséis horas.
No me asusté, porque contaba también con dos internos, Germán y
Walter (nombres protegidos) con quienes hemos formado un gran grupo
de trabajo y consideré que saldríamos bien, creyendo que por ser feriado,
en estado de excepción y con prohibición de eventos, sería un día tran-
quilo. Entonces Walter dijo: “¡Con fe Doctor!”

Ocho de la mañana en punto recibíamos las novedades de parte del
turno saliente, sin grandes novedades. De repente, llamada desde emer-
gencia por el ingreso de seis personas, entre adultos y niños, producto de
un accidente de tránsito entre un vehículo y una tricimoto. Me imaginé
lo peor, pero no, menos mal la mayoría de implicados no pasaba de ex-
coriación; sin embargo, los pequeños tenían heridas cortantes que debían
ser limpiadas y suturadas. En el caso de él, era de siete centímetros en
la frente, mientras en el caso de ella, ocho centímetros en la pantorrilla.
Luego de la valoración general, descartando fracturas u otras complica-
ciones, fueron dados de alta sin novedades. ¡Empezó con velocidad la
guardia!

No pasaron cinco minutos y a correr de nuevo, ya que desde el ser-
vicio de Gineco-Obstetricia me indican la llegada de una mujer en labor

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