Page 10 - Revista Parlante Digital. Número cero.
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Luego de todo el circo, los gritos y bail-
oteos, debemos volver
Cuando dan las 4 debemos ir a casa, S
debemos salir del patio de juegos donde
todo es sonrisas y calma, con el primer pie
en la banqueta, silencio No he visto desastres, sangre más allá de la
mía, personas perdidas. He visto una flor y
Hay filas de gente en las tiendas, buscan- quise abrazar a mamá, llorar (la ciudad sólo
do comprar velas, los anaqueles deshechos, quiere darnos miedo).
faros tirados en la calle, ya no hay muro.
Hay casas cercadas, ventanas rotas, polvo En la parte trasera de un auto azul llego
en todos lados e histeria (nada es como lo a casa y bebo agua, me hago bolita, abrazo a
dejé en la mañana) mi madre y me visto para salir corriendo.
Tomo un camión, siempre va vacío pero Siempre ayuda más el que no estorba, no
hoy va a reventar. Al acabar el trayecto me importa, ya no existo.
busco otro, allí me tienen, como idiota en Brigadas, gente que grita con cascos y picos
la avenida, con calor y olor a miedo, fanta- ¡queremos ayudar! ¡Somos jóvenes y tenemos
seando con saber qué pasa. Las señoras car- miedo! ¡Queremos ayudar porque no vamos a
gan a sus hijos, sus mandiles cajas y bol- lograr nada tras la puerta!
sas, alzan los pulgares a los autos sin saber
siquiera a dónde van, les recogen. La gente Salimos, ya noche, entre camionetas de
se va, el transporte está lleno, las banque- desconocidos llegamos a muchos puntos.
tas están llenas, las banquetas de las calles Un establecimiento donde venden tinas
que renunciaron a las multitudes. cuyos productos han salido por la ventana del
tercer piso, gente llorando, pedazos de casa,
Yo sigo caminando, sólo me muevo ha-
cia arriba, caminando. Cruzo las vías del las calles siendo todo menos lo que debían
tren y me detengo ¿qué fin tiene llegar si ser, no necesitaba el café pero sí el calor, no
no hay camino a casa, de todos modos? necesitaba ayudar pero sí vivirlo
La Ciudad está hecha pedazos y la escuela,
la escuela pasa a ser el recuerdo de un patio
de juegos que, a saber hasta cuando, se man-
tendrá silencioso.
Arimatea Padilla Ramos.
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