Page 100 - Libro Polotitlán
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Para el año de 1957 entra en funciones la carretera 57 con una longitud de 1,295 kilómetros.
            Revive, de algún modo, el trazo del Camino Nacional; es entonces cuando Guadalupe Áva-
            los Castillo, nacido en Altamira Tamaulipas, pasa, por motivos de trabajo, por Polotitlán
            y decide comprar un predio a pie de la Carretera 57 a la altura del km. 138, donde inicia
            el restaurante Linda Vista en el año 1959, su propósito fue hacer “un lugar donde comer
            bien”.  Es entonces que se inicia la tradición regional por la cecina, las tortillas de harina y
            las gorditas de nata.























































            Comienzan a pararse los camioneros y se vuelve famoso por su excelente cecina, propia de
            su tierra natal tamaulipeca, siendo  desde entonces, parada obligada para quienes vienen
            del norte rumbo a la capital mexicana.


            Cuenta su hijo Lorenzo, que en alguna ocasión regresando de Monterrey,
            don Guadalupe preguntó a un trailero en Matehuala, dónde se podía comer
            bien y le repondieron que si no traía mucha hambre se esperara a llegar al
            km. 138, donde está el restaurant Linda Vista.



            Cuando el alma camina de acuerdo con sus sueños, brinda una inmensa alegría a Dios. No sé
            cuanto va a durar ésta, pero yo, al lado de mi esposa Maty, decidí vivir cada momento como si fue-
            ra el último. Nuestro tiempo es sagrado en esta tierra y debemos celebrar cada momento, Dios y la
            Virgen María de Guadalupe, fueron generosos conmigo por darme más de lo que nunca imaginé;
            lo mas valioso que existe en este mundo: la amistad , el amor y el cariño de familiares, amigos y
            de ustedes mis clientes… con los cuales estamos comprometidos a ser mejores día con día. Gracias
            a todos ustedes, y a toda la gente hermosa que me ha seguido, por estar siempre en esta aventura
            y en muchas que están por venir. No existen los elegidos, todos lo son; si deciden hacer cualquier
            cosa  que despierte el entusiasmo de su corazón. En el trabajo está la puerta del paraíso, en el amor
            lo que transforma la elección que nos lleva a la plenitud.


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