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el NOSTRE RACÓ
los Profesionales hablan
tenemos cosas que decir
Un lugar lleno de vida Verónica Expósito
Imagina que entras a vivir en una residencia: ¿Cómo te gustaría que fuese tu día a día? ¿Qué co- sas consideras importantes para tu bienestar? ¿Te gustaría que tu opinión se tuviera en cuenta? Te invito a reflexionar sobre ello.
Entrar a vivir en una residencia supone un cambio importante en la vida de uno mismo y de nuestros familiares. Cada persona lo vivirá de una manera diferente, pero seguramente todos compartimos la idea que una residencia debe de ser un lugar agradable, adaptado, estimulante, que brinde oportunidades de ser, sentir y hacer. Un lugar lleno de vida, con actividades con sentido y conectado con su comunidad. Un lugar donde constantemente la sensación que nos envuelva sea la de encontrarse como en casa.
Es importante que el nuevo entorno se perciba hogare- ño, familiar y confortable, adaptado a las características y necesidades de cada persona. Tenemos que cuidar al de- talle el entorno físico y emocional ya que este impactará en nuestro bienestar. Una fotografía o álbum familiar en la habitación, tener objetos personales significativos pue- den ser pequeñas grandes cosas que nos conecten con nuestras raíces, con quiénes somos, con lo más genuino de nosotros: nuestra esencia.
Enfatizar en lo cotidiano, valorar aquellas pequeñas acciones, detenernos en detalles; son ges- tos que dan sentido a nuestra estancia y nos hacen sentir bien. Por eso, para nosotros es im- portante conocer los deseos y preferencias de nuestros residentes. Por ejemplo, a qué hora quieren levantarse o qué ropa quieren ponerse o si quieren maquillarse. Así como sus gustos en las comidas para poder confeccionar el menú de la residencia o los intereses de estos a la hora de plantear las diferentes actividades del centro o las excursiones. Animar a que decidan y opinen sobre estas cuestiones del día a día es esencial. Tal vez son cosas que damos por hecho, obvias, pero en ocasiones se pone el foco de atención en otro aspecto perdiendo de vista lo que verdaderamente es significativo, motivador e importante para aquella persona.
Cada individuo es único y debemos considerar esa diversidad y singularidad más allá de su patología, conociendo sus historias de vida para poder comprender mejor su mundo. Escuchar y ser flexibles ante las demandas de nuestros residentes, establecer empatía y respetar sus decisiones son aspectos que deben acompañarnos en nuestra manera de trabajar. Asumimos el compromiso de facilitar que todo esto suceda contribuyendo así a la autonomía, independencia y bienestar de las personas que viven en una residencia.
enero 2019
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...nuestros residentes nos acaban dando mu- chísimas lecciones de vida...