Page 45 - Pesca y Turismo 221
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Pero cuando llegamos a pescar
por primera vez a una laguna
de 33 nos cambió totalmente la
forma de pensar; lo que no es
poco decir.
Aquí, en etapas de predesove,
nos encontramos con verdaderos
campos minados de contunden-
tes tarariras, abocadas a preparar
los nidos, donde hemos visto
librar sangrientas batallas por
preservar el lugar de desove que
han elegido.
En las colas de las lagunas, donde
el nivel de agua se presenta en
profundidades de entre un metro
y escasos centímetros, se produ-
cen concentraciones de indivi-
duos adultos en pos de reprodu-
cir la especie.
Estas concentraciones se ven a
los lejos, y se oyen, dados los
violentos combates, que resultan
uno de los fenómenos naturales
más dramáticos que hayamos
visto en toda nuestra carrera
pescadora.
Esto es digno de ser relatado, ya
que mientras caminamos waders
mediante, pescando en diferen-
tes concentraciones de peces de
mediano porte, vemos a la dis-
tancia el estallido de la cola de la
laguna, como si fuera un campo
de batalla feroz.
Es frecuente, entonces, pescar
tarariras cortadas por violentas
dentelladas en estos períodos de
guerra generalizada de individuos
adultos.
Luego del desove, que se ma-
nifiesta en un enorme puñado
anaranjado, como el que vemos
en la nota gráfica, las tarariras
se abocan a alimentarse, hasta
que llegada la noche se plantan a
cuidar su prole.
Durante el día el principal ene-
migo es la mojarra y durante la
noche los bagres enormes que
también marcan notable pobla-
PESCA & TURISMO ׀ REVISTA Nº 221, Agosto 2019 ׀ 47 ׀