Page 47 - Pesca y Turismo 221
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las que nos golpean las piernas,
como si fueran patadas, cosa que
asusta por más experiencia que
se tenga.
Imaginen ustedes la situación; va-
mos caminando tranquilos, caña
en mano, y llegado un momento
somos brutalmente golpeados
por una suerte de misil que se
cuela entre las piernas a una
velocidad escalofriante. Brrrrrr!!!
No se gana para susto.
Aquí corresponde detenerse y co-
menzar a pescar con las sorpresas
del caso. Generalmente, las tara-
riras se presentan en tal cantidad
que los señuelos son tomados
apenas golpean el agua, pero hay
oportunidades en que la tararira
se desprende y otra nos toma el
señuelo cuando está práctica-
mente al alcance de la mano.
A todo esto, debido a que
pescamos en el agua, muchas
veces a distancias de no menos
de 100 metros de la tierra seca,
es necesario contar siempre con
las pinzas que colaborarán en el
cobro y devolución de la pieza,
cosa que marca la diferencia más Chacra de olivos donde los amigos de Treinta y Tres nos
notable de esta pesca. Si estuvié- invitaron a pasar un fin de semana inolvidable.
ramos pescando desde lo seco, Todo gracias al servicio y amistad que mantenemos con
como hacemos con las tornasola- Pescamanía desde hace ya 25 años.
das, podemos dejar el morral con
los señuelos y las pinzas a una
distancia prudencial de nuestra
posición de pesca.
Por eso es fundamental concurrir
a la pesca de laguneras con un
equipo reducido y muy minu-
ciosamente seleccionado, que
transportaremos en el chaleco
de pesca, evitando morrales y
cajas que entorpezcan nuestra
dinámica.
Con las tornasoladas el chale-
co de pesca no es en absoluto
una herramienta excluyente, ya
que transportamos todo en un
PESCA & TURISMO ׀ REVISTA Nº 221, Agosto 2019 ׀ 49 ׀