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lica).
cuatro
ejercicio
formalmente
virtudes
liberal
de
escrita,
la
dentro de ella se generan.
personas y al bien común.
cardinales,
es
aplicada
de acuerdo con esa concepción.
la
abogacía,
por
los
virtud
Justicia y Misericordia
de asociar si no se hiciera a través del amor.
sumergirse
moral
jueces,
en
dad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácti-
dar a cada uno su derecho” . Los preceptos o manda-
alejados entre sí. Me adelanto a concluir que la Miseri-
tos del derecho son: honeste vivere, alterum non laede-
De esa necesidad se desprende el fundamen-
constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuen-
prójimo (ref. Nº 1807 del Catecismo de la Iglesia Cató-
en el consenso amplio de los individuos de una socie-
con Dios es llamada “la virtud de la religión” . Para con
los hombres, la justicia obliga a respetar los derechos
habitual de sus pensamientos y de su conducta con el
cos de cómo deben organizarse las relaciones entre
e instituciones de la sociedad y a los confictos que
de lo justo y se considera una virtud social el actuar
la mayoría de sus miembros tienen una concepción
El hombre justo, evocado con frecuencia en
personas. Se supone que en toda sociedad humana,
la armonía que promueve la equidad respecto a las
tratan de ser imparciales con respecto a los miembros
de cada uno y a establecer en las relaciones humanas
Gran desafío para esta letrada de 26 años de
las Sagradas Escrituras, se distingue por la rectitud
Desde una visión cultural, la justicia se basa
cordia y la Justicia, analizadas y pensadas desde la
de Aquino; no es justo quien “conoce” lo que es recto
ámbito de dos temas tan determinantes y a la vez tan
Desde la óptica jurídica la Justicia, una de las
que
de iustitia, y el jurista Ulpiano la defnió así: Iustitia est
que
sino quien “obra” rectamente. El término justicia viene
to formal o derecho positivo que no es más que la ley
el
Es una virtud que reside en la voluntad, es
Dios y al prójimo lo que les es debido. La justicia para
consiste en la constante y frme voluntad de dar a
decir, en el apetito racional como indica Santo Tomás
di; “La justicia es la constante y perpetua voluntad de
visión de un abogado, resulta una conjunción difícil
miedo
cordioso,
ni
siete” (Mt. 18, 22).
también
favoritismos,
cualquiera de los justiciables.
nosotros
admite piedad ni misericordia.
estamos
hacer daño a nadie y dar a cada uno lo suyo” .
independientemente
de
llamados
pecador. Uno debe felizmente aceptar la misericor-
dia; no puede ser ganada. Como Cristo ha sido miseri-
Hasta aquí tenemos una rápida idea de que el dere-
La Justicia, convencionalmente está repre-
de menores de edad en ataques a inocentes en entra-
nos la realizamos después de anoticiarnos de violen-
cho es rígido, pragmático y cuánto más infexible
resulte su aplicación más justo será su veredicto, no
re et suum quique tribuere; “vivir honestamente, no
Por su parte, la Misericordia es el atributo de
ciega e imparcial, pretende destacar que no mira a las
identidad, el dinero, el poder o debilidad; la justicia es
personas, sino los hechos, es igual para todos. La
de la “Justicia” , que es equivalente a la diosa griega
balanza en su mano derecha representa el juicio que
moral en los sistemas judiciales que lleva los ojos
“Dice”) es una personifcación alegórica de la fuerza
vendados. Esta venda representa la objetividad, la
la
justicia es o debería ser impuesta objetivamente, sin
sentada con una mujer (latín: Iustitia, la diosa romana
compilación del Derecho Romano en el Digesto (el
Corpus Iuris Civilis), lo inicia diciendo (D.1.1.1): Ius a
el Derecho es el arte de lo bueno y lo equitativo” .
iustitia, Ius est ars boni et aequi; “El Derecho es justicia,
pruebas de las partes. La espada de dos flos en su
determinará poniendo a cada lado los argumentos y
mano izquierda, simboliza el poder de la razón y la
Justiniano, quien se encargó de realizar la
justicia, que puede ser ejercida a favor o en contra de
nuestra vida cotidiana, ahora bien, si esta pregunta
que estos conceptos y enseñanzas son los que rigen
necesitan. ¿Quién puede sentirse no necesitado de
Sección Misericordia y Justicia
tos asaltos a personas mayores, de crueldad extrema
ella? Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento
ejercer compasión hacia otros, perdonando —como
a
ilustran que Dios desea mostrar su misericordia al
A cualquiera que se le pregunte responderá
dicen las palabras de Jesús— “hasta setenta veces
deras o salideras, de no tan solo robar o ultrajar sino
Dios que extiende su compasión a aquellos que la
matar despreciando cualquier valor, sin el más
física,
Padre
—“No
siente
cordia).
andanza
en
conciencia
bien
impunidad.
Esta
sentimientos
misericordia” ,
de
sea
deberían
humillado,
delictiva
cuanto
esto
quizás
salir
Cristo,
con el amor y la justicia.
nos
moral.
sino
amor
su
más
Sinceramente,
y
contradicción
permite
como
del
es
inquieta
misión
desconocidos
verlo
Cabalmente
revalorizado. (Cf. Dives in misericordia)
hallado
apiadarnos
el
Mesías (Cf. encíclica Dives in misericordia).
puedo tener misericordia de este sujeto?
misericordia
hasta
de
dolorosa,
de
encierro—”
prueba permanente de nuestra misericordia.
reconocer
es,
o
es
modo
encarna y personifca. Él mismo es la Misericordia.
fundamental
en
y
nuevo
“misericordia” en el lenguaje bíblico (cf. Dives in miseri-
que vivimos “está presente el amor” , el amor operan-
injusticia, la pobreza; en contacto con toda la condi-
La verdad está en nosotros mismos, el Espíri-
Así en la ya conocida parábola del hijo pródi-
tu Santo obra en nosotros para impartir justicia terre-
todo hijo pródigo, toda miseria humana y singular-
ción humana histórica, que de distintos modos mani-
y de su dignidad. Cristo confere un signifcado defni-
solo habla de ella y la explica usando semejanzas y
festa la limitación y la fragilidad del hombre, bien sea
—“No saben vivir en comunidad, son insociables—” ,
mente hacia toda miseria moral o pecado. Cuando
ámbito en que se manifesta, el amor es llamado
mínimo atisbo de compasión, moviliza en nosotros
cercano al hombre, sobre todo cuando sufre, cuando
y
nos reveló, la verdad acerca de Dios como “Padre de la
una
especialmente
entonces:
esto ocurre, el que es objeto de misericordia no se
tivo a toda la tradición de la misericordia divina. No
el
está amenazado en el núcleo mismo de su existencia
cuando al día siguiente sabemos que han vuelto a la
na, es difícil el perdón cuando existe tanta saña, tanta
“amor” , que es “rico en misericordia” . Hacer presente al
que forma su humanidad. Este amor se hace notar
la misericordia divina y específcamente su relación
la encíclica de Juan Pablo II, Dives in misericordia, en
especial lo que a continuación destaco para entender
vidas, debería hacernos recapacitar en lo que Cristo
Jesús, sobre todo con su estilo de vida y con
que hacen del delito su día a día, arruinando tantas
la
aquellos
libertad, pero no regenerados, sino en una nueva
de
sus acciones, ha demostrado cómo en el mundo en
te, el amor que se dirige al hombre y abraza todo lo
A esta altura se impone indispensable releer
particularmente en el contacto con el sufrimiento, la
La misericordia —tal como Cristo nos la ha
parábolas, sino que además, y ante todo, Él mismo la
bien,
presentado en la parábola del hijo pródigo— “tiene la
Cristo revela a Dios, que es Padre, que es
¿cómo
forma interior del amor” , que en el Nuevo Testamento
se llama ágape. Tal amor es capaz de inclinarse hacia
dia).
nido
formas
revalida,
humilde
hombre.
de
En
del
la
consumidas
malgastado;
mal
las
pero
efecto,
promueve
exposición,
parábola
y
en
como había dilapidado.
quizá
riquezas
“Bienaventurados
existentes
extrae
padre (cf. Dives in misericordia).
siones (cf. Dives in misericordia).
en
nunca
el
nombre
los
misericordia
evangélica.
el
en
recibidas
y
de
El
bien
de
una
de
hijo
tanta
mundo
su
justicia
y
todas
no
en
plasmarse en la vida humana en sus diversas dimen-
en algún modo incluso implicarlo. Pero a fn de cuen-
ser alienada, ni destruida por ningún comportamien-
revela la perfección de la justicia (cf. Dives in misericor-
to. El hijo pródigo era consciente de ello y es precisa-
justicia con el amor, que se manifesta como miseri-
del “Sermón de la Montaña”; nos muestra las posibili-
dades del corazón de los hombres, el misterio profun-
había despojado a su padre de una parte de su patri-
cordia, está descripta con gran precisión en el conte-
porque alcanzarán misericordia” . Hermosas palabras
misericordiosos
nuestros tiempos demuestra que la justicia por sí sola
pródigo,
no es sufciente y que, más aún, puede conducir a la
permite a esa forma “más profunda que es el amor”
negación y al aniquilamiento de sí misma, si no se le
justicia; como tampoco, en el texto original, se usa la
cantidad
encuentran tan lejanas entre sí como luce a prima
facie, sino que media entre ellas el “amor” modifcando
go no se utiliza, ni siquiera una sola vez, el término
se
y del Espíritu Santo en la que el amor, conteniendo la
do de Dios: la inescrutable unidad del Padre, del Hijo
palabra misericordia. Sin embargo, la relación de la
Es por ello que, regresando al inicio de mi
justicia, abre el camino a la misericordia, que a su vez
derechos humanos. La experiencia del pasado y de
dignidad perdida y lo que le hace valorar con rectitud
mente tal conciencia lo que le muestra con claridad la
tas se trataba del propio hijo y tal relación no podía
hijo pródigo nos permite comprender con exactitud
Esa imagen concreta del estado de ánimo del
el puesto que podía corresponderle aún en casa de su
su juicio le había desposeído de la dignidad flial, no
petición de adelantar su herencia. Esta actitud, que a
monio sino que además lo había ofendido con la
merece —a su vuelta— ganarse la vida trabajando
como jornalero en la casa paterna para devolver los
podía ser indiferente a su padre; debía hacerle sufrir y
Tales serían las exigencias del orden de la
el
justicia; tanto más cuanto que aquel hijo no solo
prive de la libertad, se le despoje de los elementales
justicia tal vez se aniquile al prójimo, se le mate, se le
presunta
desde siempre sentía por su hijo. La misericordia se
hijo pródigo es fel a su paternidad, fel al amor que
en qué consiste la misericordia divina. El padre del
las
padre,
manifesta en su aspecto verdadero y propio, cuando