Page 100 - Libro U 90 años
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Con los pelos
de punta
stamos a comienzos de 1969. El joven arquero camina ner- espinal, la vida acumulada en sus músculos impregnados de
Eviosamente hacia la única cancha verde del lugar. En verdad, fútbol y sus manos ansiosas de alcanzar el premio, vuela hasta
no es enteramente verde; también está rasgada aquí y allá ese rincón imposible. Y al tomarla, como testigo satisfecho del el “ballet azul” logró
por tierra húmeda y en el área chica, la habitual e inevitable movimiento autónomo de su cuerpo, goza esos segundos en el coronas
elipse pedregosa, hundida e irregular, debido a ese deambular aire, fugaces y plenos; y su regreso al suelo, suave e indoloro, en
constante y solitario de los porteros. Es temprano y la mañana una maternal simbiosis con el balón, ferozmente acurrucado contra dos
entrega un aire húmedo, el profundo e inspirador perfume entre sus brazos. Y, entonces, llega el premio. de colo colo
del rocío otoñal mezclado con el olor a césped que penetra “¡Buena, niño. Tenemos arquero, parece!”.
con fuerza en el cuerpo excitado y ansioso del recién llegado. Es el diagnóstico final del que sabe. y Universidad
Varios grupos de hombres conversan en forma alegre y Definitivamente, soy arquero. católica
distraída sobre la cancha. Ríen como escolares y se mueven Años después, cada vez que lo encontraba, Leonel Sánchez
sacándose el frescor de la mañana. Al acercarse, el joven em- me decía: “¡Ah, el niño!”. Todo ese grupo, Carlos Campos, Pedro
pieza a reconocerlos. Son los rostros que ha visto por años en Araya, Manuel Astorga, Sergio Navarro, Luis Eyzaguirre, por
los diarios, en la revista Gol y Gol y hasta en la televisión que mencionar solo a algunos miembros del hermoso “Ballet Azul”, Sepúlveda corre a celebrar
su padre compró no hace mucho. además de la elegancia y efectividad del juego, dejó –y eso lo con el técnico Scopelli
Entra a la cancha tímidamente, como un desconocido, sin- puedo sentir hasta hoy, cada vez que nos juntamos– un cariñoso (de sombrero), en el triunfo
sobre Huachipato en Collao.
tiéndose como un invasor, con miedo a llamar la atención. sentimiento de amistad y una emocionante identificación con © Revista Gol y Gol
La situación no le parece real. En realidad, se siente como un la “U” y sus valores, vividos desde las divisiones infantiles, y
ser invisible, incursionando en una especie de Olimpo y no que hasta hoy permanece en sus vidas.
entre seres humanos que trabajan jugando al fútbol por una Un hecho impresionante es que por décadas los nombres de uno, de los cuales la “U” ganó el Metropoli- que su tiempo como centrodelantero titular poderío ofensivo azul y de su aceitado funcio-
institución llamada Club Universidad de Chile. estos ídolos han seguido presentes en el imaginario colectivo tano, para luego ser tercero en la fase final, tenía fecha de vencimiento. namiento, la “U” celebraba su séptimo título,
Se mueve entre una muchedumbre de fantasías llenas de sociocultural chileno, incluso más allá del marco de la mera detrás del campeón, Wanderers, y perdiendo El propio “tanque” en el libro de Urrutia sin saber que pasaría un cuarto de siglo antes
heroísmo, elegancia, belleza, ritmo y triunfos, adorados por hinchada futbolística. Son héroes de un período hermoso la definición del segundo puesto ante la UC. asegura que, “aunque Álamos me formó, vivió de repetir tal alegría.
miles y miles que también están ahí, ahí mismo, como una del fútbol chileno, masivo, familiar, vivido en los estadios y a Para 1969, el formato de la competencia lo- buscándome sustituto”. Y así fue: hasta 1969, La llamarada final del “Ballet Azul” que-
gigantesca ilusión, llenando la cancha del Estadio Recoleta. través de las radios. Además, son partícipes del evento épico cal sería similar. Y, pese a que al interior del los azules incorporaron al paraguayo Adolfo daría para su participación en la Copa Liber-
Es casi mucho más que un sueño. De repente, en medio del del Mundial del 62 en Chile, un hecho que marca la historia club ya comienzan a haber ciertas discrepan- Godoy, luego al goleador de Ferrobádmin- tadores de 1970, en la que alcanzaría las se-
océano en que está sumergido, el joven se estremece y vuelve del siglo XX en nuestro país. De esta forma han dejado de ser cias respecto del futuro y la forma de encarar ton Adolfo olivares, a los argentinos Héctor mifinales (en el torneo local, la nueva versión
súbitamente a la realidad. “¡Ya niño, ponte al arco!”, le gritan. futbolistas y se han convertidos en objetos culturales y moti- la renovación del plantel, nada de eso se refleja Fumaroni, Juan oleniak, osvaldo Camargo del conjunto universitario acabaría tercero).
Despierta y conmovido mira en dirección del sonido, inten- vacionales que aún hoy concitan la excitación y devoción de en la cancha: el Metropolitano es dominado y Luis Laporini, además del checoslovaco El fuego de ese revolucionario proceso gesta-
tando encontrar a su dueño. Es un reconocimiento inmedia- miles que nunca los vieron jugar, pero que vieron reflejados por los azules, que lo ganan de manera invicta. Djanko Daucik y el ecuatoriano Lasso. Sin do en la década de los cincuenta, que siguió
to, alguien inconfundible y, sin embargo, increíble. Quien le en los recuerdos de abuelos y padres. En esa década de los tras el torneo nacional, llega el momento de embargo, Campos siempre se mantuvo como la visión de los autoridades y tuvo la hábil
acaba de gritar es Leonel Sánchez. Sin demora, sin dar lugar sesenta, de tanta huella mundial, la “U” fue una prolífica fuente. demostrar la valía en la liguilla final, que se titular y goleador, siendo el máximo anotador puesta en práctica de Luis Álamos, se extin-
al asombro ni a la devoción, el joven, con los pelos de punta, Por todo ello es un honor haber vivido esa experiencia y juega en partidos únicos. en tres torneos nacionales. Eso, claro, hasta la guía. La polémica salida de Leonel Sánchez
corre y se coloca entre los tres palos del arco poniente del agradezco seguir viviéndola ahora, ya en la tercera edad, aún Ese año se incorpora Jorge Américo Speda- llegada del “Flaco”. hacia Colo Colo fue el primer síntoma; le
recinto. El señor Sánchez, el mismísimo Santo Azul, el “11” de al arco de la Corporación de ex Futbolistas del club, los que letti. Mientras la “U” hacía su pretemporada En la liguilla final, la “U” le ganó por 2-0 siguió el retiro de Carlos Campos, agotado
la selección, el de la zurda formidable, potente, el del centro con un entusiasmo idéntico al que tenían cuando disputaban en Mendoza, y a raíz de una prueba que le había a Unión Española, empató 2-2 con Colo Colo, por sus maltrechas rodillas. Luego de la par-
preciso y el puño eficaz, la estrella de ese Mundial del 62 que torneos profesionales, se juntan por placer y solidaridad en conseguido un médico viñamarino, apareció se impuso por 3-1 a Rangers y 2-1 a Santia- ticipación en el certamen internacional, se
vio apretujado en la tele del restaurante de la esquina de su las canchas del CDA compartiendo el amor y la esperanza este flaco delantero, con los zapatos de fútbol go Wanderers. Así llegó a la cita definitoria, produciría un constante éxodo de figuras que
casa, ese mismo crack, está allí lanzándole sin compasión de que la Universidad de Chile retomará su camino más allá bajo el brazo, envueltos en papel de diario. Pasó el 10 de enero, a medirse con Green Cross de obligaría a apurar el recambio y este, a lar-
alguna un remate a la derecha, arriba, con esa pelota café y del horizonte. el examen y se vino de inmediato con el plan- temuco. El solitario gol de Guillermo Yávar go plazo, no entregaría los mismos frutos del
desgastada de tanto entrenamiento. tel, sin siquiera volver a pasar por su casa. le dio el título de 1969 al equipo dirigido por pasado. Las buenas campañas de los setenta
El joven, sin resignarse, con la fe propia del amor por el Al director técnico Ulises Ramos le bastó Ulises Ramos, que tuvo en Jorge Spedaletti a no fueron lo suficientemente positivas para
puesto, decidido a responder al momento y ser admirado Dr. León Cohen ver unos pocos minutos al goleador rosarino su goleador a lo largo de la campaña. darle una nueva corona al Club Universidad
por el héroe, se lanza más allá de lo que su misma conciencia Psiquiatra psicoanalista, miembro del último plantel para incorporarlo. De hecho, el propio Carlos Contra rivales que jugaban más a guare- de Chile, que debería esperar largos 25 años
puede llevarlo; es decir, sin pensarlo, levantado por su médula del “Ballet Azul” y ex seleccionado chileno Sub 20. Campos rememora que, tan pronto lo vio, supo cerse que a tratar de atacarlo, conscientes del para volver a celebrar.