Page 17 - Ebook | Amanda la niña traviesa | 2020 Editorial HL
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Editorial HL | Literatura Moderna


                  Amanda estaba enamorada de Hank y él lo estaba de ella también; lo pude confirmar por
                  una confesión de Amanda días después del episodio en la dirección.
                  El  gordo  Hank  durante  meses  había  sabido  sobrellevar  la  apariencia  de  Amanda,
                  incluyendo su fuerza y su carácter junto a algunas otras cosas extrañas que sucedían a su
                  alrededor.

                  También, supe que la madre de Hank estaba al tanto de lo mismo que yo. Pues era obvio
                  que  sospechaba  que  pasaba  algo  extraño  con  Amanda,  porque  en  el  pasado  ella  había
                  compartido historia conmigo y sabía que yo también era un caso peculiar.
                  Imaginen, tengo la apariencia de un joven de 21 años, pero en realidad soy tan viejo casi
                  como Pedro o como Lucas. Apóstoles.

                  Y bueno, por esa razón supongo que Mónica y yo decidimos dejar a nuestros hijos seguir
                  juntos a pesar de todo. Pues entiéndase que ella y yo pensábamos de la misma forma en
                  cuanto aquella clase de conexiones.

                  Ohh amigos míos, que genial y maravilloso es recordar aquellos tiempos, Amanda era feliz
                  y yo me dedicaba a ver los progresos de mis experimentos y mis aprendizajes personales,
                  limitándome a verla por las noches y escucharla contarme sus días, cenando o mirando
                  algún espejo de agua en el jardín.

                  Yo fumaba y ella cantaba canciones de su amado el gordo Hank.

                  De  aquí  allá,  transcurrió  un  año  desde  su  pelea  en  la  escuela,  durante  el  cual  ambos
                  salieron de viaje muchas veces visitando y haciendo muchas cosas que solo ellos saben con
                  exactitud. Y eso me hacía feliz, pues tenía la esperanza de que Amanda se desarrollara y
                  fuera  la  excepción  a  la  regla,  que  por  alguna  suerte  continuara  creciendo  físicamente
                  después de haber cumplido quince años.

                  Pero no fue así...

                  Amanda  cumplió  17  años  y  seguía  delgaducha,  pálida  y  de  pechos  pequeños,  hermosa
                  como un ángel en vuelo pero no daba el paso, no crecía más. A diferencia de otras chicas
                  que ya presentaban síntomas de madures física, ella mantuvo la forma.
                  Su  altura  era  de  1.60  mts  y  sus  rasgos  finalmente  eran  pocos  a  los  ojos  de  Hank,  un
                  hombre  de  19  años  que  en  efecto  conoció  otras  muchachas  mucho  más  desarrolladas
                  físicamente que Amanda.

                  Al final tenia cuerpo de niña.

                  Y sucedió. Hank la engañó con otra muchacha y ella lo descubrió, por chisme de un amigo.

                  Llegó un día llorando a mí, así explotó la cosa, en mi biblioteca, Amanda entro de un salto a
                  través de un charco en el jardín cayendo adentro de mi escaparate favorito, es decir mi
                  terrible biblioteca. —Entró diciéndome:

                  —Sentía  que  algo  pasaba  y  en  efecto  es  así,  lo  investigue  y  alguien  decidió  contarme,
                  padre...
                  —¿Sobre que hija, porque te ves tan triste?.
                  —Supe  que  Hank  me  engañaba  con  otra  más  bonita  que  yo.  Y  ahora  sospecho  que  tú
                  podrías  estarme  ocultando  algo  también,  así  que  dime  vampiro,  ¿Es  cierto  que  ya  no
                  creceré?






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