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304| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Nueve: El reencuentro
Aprendamos del Simple
Todo esto lo aprendemos del Simple, que es un personaje
maravilloso para tener en mente a cada momento. Cada vez
que te vengan a la cabeza pensamientos de auto-persecución
y debilidad, ya sea en forma espontánea o debido a que los
demás se burlan de ti o te hieren, simplemente cierra los
ojos y piensa en el Simple. Las circunstancias en las que te
encuentras ciertamente han de ser más tolerables que las de
él, que ni siquiera tenía ropa decente y apenas si tenía agua
y pan en la mesa. Pero a pesar de todo, el Simple era feliz…
y tú también puedes serlo. Solamente recuerda que Hashem
dirige tu vida y hace todo para tu propio beneficio.
Por ejemplo: imagínate que el Instinto del Mal empieza a
susurrarte insidiosamente en el oído diciéndote así: “Mira la
mujer de tu vecino. Ella nunca le grita a él y además siempre
tiene la casa impecable, no como la tuya. Mira lo feliz que es
tu vecino…”.
Justo en ese momento, tu mujer se pone a gritar como loca:
“¿Por qué siempre nos falta dinero? Mira a nuestros vecinos
(los mismos de antes); ellos tienen todo lo que quieren. El
marido de ella no es un fracasado como tú. Ella siempre va
vestida como una reina. Y tú… ¿cuándo fue la última vez que
me compraste algo?”
A esta altura, tú ya estás a punto de explotar. Normalmente,
te pondrías a gritarle a tu esposa y a maldecir a los vecinos
con los que te está comparando. Pero entonces no sólo que vas
a destruir lo poco que queda de tu gastada paz matrimonial
sino que vas a sentirte un fracasado y un resentido.
Ahora fíjate muy bien de qué manera el Simple reacciona en
una circunstancia muy similar. Él no se siente un inepto ni
se pone a la defensiva, sino que con toda calma le dice a su
mujer: “Eso es asunto de ellos y esto es asunto mío. ¿Por qué
tenemos que mirar a los demás y compararnos con ellos?”.
| 289 que desea transitar. Si uno desea hacer el bien, entonces lo van Guemará, respecto a que la persona es guiada por el sendero su pedido de guardias armados, ilustrando lo que dice la son sus planes. El Sim
Uno nunca puede saber lo que pasa en la casa de los vecinos
a puerta cerrada. No sabemos que tras esa fachada de
perfección, ellos se están hundiendo en un mar de deudas o
que tienen un hijo con problemas muy complejos. Es posible
que la vecina, por debajo de ese peinado de peluquería, ese
maquillaje y toda esa ropa de marca, esté sufriendo de una
enfermedad grave sin que nadie sepa nada. Cada persona que
vive en este mundo tiene dificultades y desafíos, cada uno de
acuerdo con el sendero que debe transitar en la vida y con la
rectificación de su alma. ¿Qué sentido tiene sentir envidia de
los demás?
El Simple nos enseña que todos tenemos nuestros defectos. No
te descorazones, porque esos defectos también son para bien.
Para tu propio bien. No te persigas a ti mismo por el hecho de
haber nacido con mala visión. ¡Eso solamente significa que tu
misión en la vida no es ser piloto de avión! Y así con todo en
la vida…
Si tienes siempre en mente la imagen del Simple y de su carácter
puro y honesto, vas a poder evitar un montón de emociones
negativas, como por ejemplo, el enojo, la envidia, el odio, la
competitividad y la depresión. Vas a evitar sentimientos de
hostilidad hacia los demás y ciertamente no vas a hablar mal
de nadie. Vas a poder vivir tranquilo y en paz.
No te salgas de la pista
Imaginemos que la Supervisión Individual Divina que guía
nuestras vidas es como un tren que viaja velozmente por la
pista. En ese sentido, cada uno de nosotros es un tren que
tiene su propia pista. Desde el comienzo de la historia,
jamás ha habido dos personas que tuvieran la misma pista,
ya que cada persona es única e irreemplazable. Cuando uno
transita por su propio camino, no tiene necesidad de mirar los
caminos de los demás. De hecho, por motivos de seguridad