Page 441 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar

redujeron sus funciones dentro del clásico libreto, concentrándose en realizar actos más elegantes, con un mayor toque artístico.
Un dato no menor: se descartó el uso de animales, logrando un doble efecto: eliminación de altos costos y empatía del público que rechazaba estas prácticas. Así, el Cirque du Soleil creó un concepto mucho más sofisticado y, al presentar varios espectáculos en simultáneo, les dio a los espectadores motivos para visi- tas más frecuentes, incrementando así los ingresos.
Una mención especial merece Pixar, empresa adquirida y transformada por el inigualable Steve Jobs. El año 1995 marcó un hito en la historia del cine ani- mado: todos disfrutamos de “Toy Story”, el primer largometraje creado por com- putadora.
La película recaudó más de 400 millones de dólares en todo el mundo y obtuvo tres nominaciones en los premios Óscar. Pero probablemente su mayor legado ha sido la expresión máxima del océano azul: lograr contar una historia tan infantil como adulta, representada inmejorablemente por la tecnología cinematográfica (¡los juguetes eran personas de carne y hueso!). Quizás “Toy Story” (en especial su cuarta entrega) haya sido la única película exitosa que logró interés tanto para niños como para padres y madres, generando un punto de encuentro gene- racional único e irrepetible.
| El color rojo en la industria farmacéutica
Existen varios ejemplos concretos de océanos rojos en la industria de la salud. En algunos segmentos terapéuticos la batalla es “brutal”. Tales son los casos de los dolores musculares, malestar estomacal y antigripales.
En el primer caso hay decenas de laboratorios que compiten con ibuprofeno y paracetamol (en versiones OTC y RX). Es cierto que el ibuprofeno está mayor- mente acaparado por Ibupirac y Actron, pero existen varios adversarios que amenazan constantemente ese reinado: Fabogesic (Savant), Febratic (Roemmers), IBU (ISA), Ibu Evanol o Ibumejoral (Gramon Millet). Lo propio ocurre con el para- cetamol, cuya marca insignia es Tafirol, aunque también están Geniol (Elea), Termofren (Roemmers), y el nuevo jugador estelar: Paracetamol Bayer. Ambas moléculas son sinónimos de océanos rojos: es una “batalla campal” que se libra en los medios de comunicación, farmacias y consultorios médicos.
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