Page 489 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar
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| El especialista mundial
Si bien muchos laboratorios han desarrollado anticonceptivos (ej. Organon), hay
uno que es el protagonista excluyente: Schering AG.
Esta empresa de origen alemán ha sido la creadora del segmento de anticoncep- tivos. De hecho, es responsable del descubrimiento del etiniestradiol en 1937. Este logro suministró las bases de todos los anticonceptivos de la compañía europea y permitió que los productos hormonales resultaran más económicos para la gran mayoría de personas.
En 1966, la organización se convirtió en pionera en la anticoncepción hormonal en el mundo con el lanzamiento de Anovlar, compuesto por etinilestradiol y nore- tisterona. La píldora, con sólo 50 mcg de estrógeno, permaneció como el es- tándar para nuevas investigaciones en anticoncepción oral. La empresa empezó a promover ya no sólo la eficacia de su producto, sino la menor cantidad de efec- tos secundarios respecto de sus predecesores. Esta estrategia fue muy exitosa ya que la población femenina comenzaba a tomar conciencia de las secuelas que dejaban el uso de este tipo de píldoras.
Con el correr de los años, la firma teutona fue lanzando productos cada vez más modernos y seguros. En particular, cuatro de ellos marcaron hitos farmacéuticos:
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Microlut fue pionera en el empleo de progestágeno solo, sin estrógeno.
Se la conoce coloquialmente como la minipíldora. Las tasas de embara- zo de los anticonceptivos con progestágeno son ligeramente superiores a las de los anticonceptivos combinados convencionales con estrógeno. Sin embargo, Microlut basó su campaña ofreciendo un alto grado de seguridad, segmentando su producto a mujeres sensibles al estrógeno.
Microgynon se destacó por contener el primer progestágeno sintetizado,
llamado levonorgestrel. Debido a las cantidades pequeñas de hormonas, Microgynon fue catalogado como un anticonceptivo oral de baja dosis. El éxito con este producto fue rotundo. Se realizó una campaña de marketing haciendo precisamente hincapié en las bajas dosis (la mujer relaciona este concepto con menores efectos secundarios).
En 1987 apareció la tercera generación de progestinas, llamada gestodeno. La marca Gynovin (gestodeno + etinilestradiol) permitió reducir la dosis hormonal aún más.
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