Page 66 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar
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| Los casos de Roemmers y Bagó
Roemmers dominaba con holgura el segmento de los hipolipemiantes con la droga simvastitna, bajo su marca Vasotenal. Con el tiempo, “la familia de las es- tatinas” fue evolucionando y aparecieron la atorvastatina y la rosuvastatina. La empresa estaba “obligada” a lanzar alguna de estas dos, a riesgo de fagocitar las unidades de su exitoso Vasotenal. Las nuevas estatinas parecían superado- ras a la simvastatina. Fue así que Roemmers ingresó al segmento de la rosuvas- tatina con el nombre Rovartal. Si bien no es líder en esta molécula (Sinlip de Gador es el gran protagonista), las ventas de Vasotenal más Rovartal lo siguen ubicando como el laboratorio referente en hipolipemiantes. La compañía tomó la decisión correcta porque, con el correr de los años, la rosuvastatina ha ido desplazando a la simvastatina.
Como impresión personal, me atrevo a afirmar que si Roemmers no es líder en rosuvastatina es porque todavía aún vende un gran volumen de Vasotenal y en el fondo ambas drogas se fagocitan (Roemmers es el referente en cardiología, de donde surgen muchas recetas de este tipo de principios activos).
En determinadas ocasiones, estas moléculas gemelas pueden llegar a ser casi “idénticas”. Tal es el caso del esomeprazol, un isómero del omeprazol. Un isómero está compuesto por los mismos elementos, y en las mismas propor- ciones que otro principio activo, pero difiere en algunas propiedades a causa de una estructura molecular diferente. ¿Traducción? El esomeprazol es una versión basada en el omeprazol (y se supone que una versión mejorada, aunque mu- chas veces no es más que una estrategia de los grandes laboratorios mundiales para eludir una patente caducada).
El omeprazol de Bagó (Ulcozol) es el número uno del segmento y, por lo expuesto anteriormente, la organización debió lanzar a su molécula idéntica (bajo la mar- ca Esoprazol). Pero este lanzamiento fue silencioso, casi como un producto que debía esperar en el “banco de suplentes” a ver si el titular y figura del equipo se “lesionaba”. No fue el caso. Si bien el esomeprazol logró una interesante penetración en nuestro mercado, no logró quitarle unidades a su predecesor. Fue así como Bagó continuó impulsando a su producto estrella y mantiene a su Esoprazol “precalentando afuera de la cancha”. Este caso demuestra que los laboratorios están obligados a lanzar las moléculas gemelas casi como un acto reflejo y de reaseguro, y después van monitoreando si vale la pena (Rovartal) o no (Esoprazol) impulsar la nueva versión.
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