Page 21 - Auge y caída del antiguo Egipto
P. 21
mañana siguiente se empezó a trabajar intensamente para despejar las escaleras.
El 26 de noviembre se derribó el muro de protección exterior, dejando al
descubierto un corredor con el suelo repleto de trozos de piedra. Por el desorden
que presentaba la capa de piedras del suelo, era evidente que alguien había
estado allí antes; los ladrones debían de haber penetrado en la tumba en la
Antigüedad. Pero las improntas de sello del muro de protección exterior
revelaban que se había vuelto a sellar en el Imperio Nuevo. ¿Qué podía
significar este hecho para el estado de la propia sepultura? Siempre existía la
posibilidad de que al final acabara siendo una tumba privada, o un alijo de
equipamiento funerario recogido de otras tumbas anteriores saqueadas en el
Valle de los Reyes y vuelto a enterrar para ocultarlo. Tras otro día de trabajo
agotador bajo el calor y el polvo del suelo del valle, se vació el corredor.
Después de lo que debió de parecer una espera interminable, el camino quedó
por fin despejado. Carter, Carnarvon, Callender y lady Evelyn se encontraron
ante un nuevo muro protector, cuya superficie también aparecía cubierta de
grandes improntas de sello de forma oval. Un parche de yeso algo más oscuro en
la esquina superior izquierda del muro mostraba el lugar por donde habían
penetrado los antiguos ladrones. ¿Qué aguardaba al nuevo grupo de visitantes,
más de tres mil quinientos años después?
Sin dudarlo más, Carter cogió su paleta e hizo un pequeño agujero en la
protección de yeso, lo bastante grande como para poder echar un vistazo a través
de él. Primero, como precaución de seguridad, cogió una vela encendida y la
introdujo por el agujero para comprobar si había gases venenosos. Luego,
apretando el rostro contra el muro de cemento, trató de atisbar en la oscuridad.
El aire caliente que escapaba de la cámara sellada hizo titilar la llama de la vela,
y Carter necesitó un momento para que sus ojos se acostumbraran a la
penumbra. Pero luego empezaron a revelarse los detalles de la sala que había al
otro lado. Carter se quedó mudo de asombro. Al cabo de unos minutos
Carnarvon ya no pudo soportar más la espera.
—¿Puede ver algo? —preguntó.