Page 24 - Auge y caída del antiguo Egipto
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egiptología. Justo un año antes de su muerte nació Howard Carter, el hombre que
habría de impulsar la egiptología —y la fascinación de la opinión pública por el
antiguo Egipto— hacia nuevas cotas. A diferencia de sus dos grandes
precursores, Carter se tropezó con la egiptología casi por accidente. Fue su
habilidad como dibujante y pintor, antes que una profunda fascinación por el
antiguo Egipto, lo que le permitió conseguir su primer puesto de trabajo en la
plantilla de la Prospección Arqueológica del gobierno británico en este país a los
diecisiete años de edad. Ello supuso para Carter la oportunidad de formarse bajo
la dirección de algunos de los más grandes arqueólogos del momento, como
Flinders Petrie, el «padre de la arqueología egipcia», con quien excavó en
Amarna, capital del faraón herético Ajenatón y probable lugar de nacimiento de
Tutankamón. Copiando escenas de tumbas y templos de varias expediciones,
Carter llegó a adquirir un íntimo conocimiento del arte del antiguo Egipto. Y,
seguramente, su conocimiento de primera mano de muchos de los principales
yacimientos arqueológicos se vería complementado por la lectura de las obras de
Wilkinson. El caso es que en 1899 Carter fue nombrado inspector general de
monumentos del Alto Egipto, y cuatro años más tarde lo sería también del Bajo
Egipto. Pero su mal genio y su obstinación pusieron un abrupto final a su
prometedora carrera cuando se negó a pedir disculpas tras un altercado con unos
turistas franceses y fue inmediatamente despedido del Servicio de Antigüedades
(a la sazón bajo control francés). Volviendo a sus raíces, durante los cuatro años
siguientes Carter se ganó la vida como acuarelista itinerante, hasta que en 1907
unió sus fuerzas con lord Carnarvon para empezar a excavar, una vez más, en
Tebas.
Después de quince largos, calurosos y no demasiado fructíferos años, Carter y
su mecenas lograrían finalmente hacer el mayor descubrimiento de la historia de
la egiptología.
Tras la puesta de sol de aquel día de noviembre de 1922, el atónito grupo