Page 28 - ¿Y si quedamos como amigos-_Neat
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presentes con comentarios sobre la próxima temporada de futbol. Aunque llevaba aquí
casi un año, aún no había aprendido a disimular su simpatía por los Bears.
El temporizador del horno sonó justo cuando dejaba la ensalada sobre la mesa del
comedor. No habíamos vuelto a usarla desde la fiesta de mi décimo cumpleaños.
Llevábamos una larga temporada sin tener motivos para celebrar nada ni para sacar la
vajilla buena.
Eché un último vistazo a la mesa para asegurarme de que todo estuviera en su lugar
antes de llamarlos a cenar. Se me hinchó el pecho de orgullo cuando entraron y
estallaron en exclamaciones.
En cuanto empezamos a comer, se hizo el silencio en la mesa salvo por algún que
otro cumplido a la ensalada. A continuación serví la lasaña con pan de ajo y para
terminar saqué el pastel de chocolate que había preparado de postre.
—¡Pastel! —la señora Rodgers se palmeó su esbelta cintura—. ¡Me alegro de haber
apartado un lugar en la clase de spinning de mañana!
—Oh —me disculpé—. Es de caja. Las clases de postres aún no han empezado.
Abrió los ojos como platos.
—Querida, todo esto es increíble. Tendré que esmerarme más cuando te quedes a
cenar.
Me entraron ganas de abrazarla. Estar sentada a una mesa con tantos comensales me
hizo darme cuenta de lo mucho que añoraba aquellos momentos. Había olvidado lo que
era disfrutar de una cena en familia. Nos habíamos acostumbrado a cenar bocadillos o a
ordenar comida preparada. Encendíamos la tele para llenar el silencio. Porque a veces
el silencio es más elocuente que cualquier palabra.
En aquel momento, supe que ésa sería la primera de muchas otras cenas compartidas.
Quería instaurar una tradición con aquellos nuevos miembros de mi familia. Era
consciente de que los Rodgers y yo no éramos parientes, claro que no, pero las familias
no siempre están unidas por lazos de sangre. Yo creo que una familia se crea también a
partir de un sentimiento.
—¿Saben?, esto me recuerda una cosa —mi papá levantó un dedo en alto—. Hace
tiempo que les quería comentar algo sobre el curso que viene. A partir de ahora,
Macallan se puede quedar en casa los miércoles, o cualquier otro día en realidad. Ha
estado haciendo de niñera en casa de los vecinos y ha pasado mucho tiempo a solas
este verano, así que ya no hace falta que cuiden de ella.
Levi y yo intercambiamos una mirada. Estoy segura de que pusimos la misma cara, o
al menos eso esperaba. Me gustaba ir a su casa y pasar un rato con su mamá y con él.
No me latía llegar a un hogar desierto pero atestado de recuerdos.
Mi papá prosiguió:
—Creo que la he estado sobreprotegiendo. Mi niña pronto irá a la secundaria. No
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