Page 49 - ¿Y si quedamos como amigos?
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—¿Y qué otras cosas le gustan?
Y no hizo falta nada más. A lo largo de la hora siguiente, le conté a Levi todo sobre
mi mamá. Todo lo que recordaba. Muchos de los recuerdos me hicieron reír. Y no
derramé ni una sola lágrima más. Me dolía pensar en mi mamá, pero cuando hablaba de
ella sentía como si cobrara vida en mi interior.
No tenía la menor duda de que, allá en lo alto, mi mamá nos miraba sonriente.
Todo cambió después de aquel día.
Puede que “cambiar” no sea la mejor forma de describirlo, pero Levi y yo estábamos
más unidos que nunca.
Entre la crisis del centro comercial y la visita a mi mamá, Levi se aseguró de pasar
más tiempo conmigo.
No digo que ignorara a Emily por mí. Él sabía muy bien que yo nunca le pediría eso.
Sólo empezó a ser más consciente de su conducta. De las decisiones que tomaba. Del
tiempo que dedicaba a cada cual.
Cuando se marchó a California para Navidad, me llamaba como mínimo una vez al
día, aunque nos enviábamos mensajes constantemente.
—Sé que te vas a alegrar muchísimo de lo que te voy a decir —me anunció cuando
llamó para felicitarme en Año Nuevo—. Todo el mundo se queja de lo mucho que
hablo de “mi casa”.
—¿No será que sufres la enfermedad de “el pasto siempre crece más verde al otro
lado de la cerca”? —le pregunté.
Se echó a reír.
—Seguramente. Pero lo que más les interesa a mis amigos son las fotos de la chica
más cool que existe sobre la faz de la Tierra.
—Espero que estés hablando de mí.
—Pues claro. Aunque la susodicha esté celebrando una fiesta salvaje sin mí.
—Eh, que no soy yo la que se largó a tres mil kilómetros. Y la fiesta no será salvaje
con tantos adultos presentes.
Mi papá creyó que sería divertido dar una fiesta de Año Nuevo, así que había
invitado a unos cuantos amigos y a sus hijos, y yo había invitado a mis amigos y a sus
padres. Al principio, pensé que nadie querría venir a una fiesta con sus padres, pero
supongo que, si queríamos celebrar la llegada del Año Nuevo como Dios manda, no
teníamos más remedio.
Tuve que dejar a Levi para prepararme. Emily y Danielle llegarían temprano para
echarme una mano en la cocina. Preparé macarrones al horno, fettuccini alfredo con
pollo, espagueti con albóndigas de pavo, pan de ajo y ensalada picada.
Por suerte, nos dejaron el sótano para nosotros y pudimos disfrutar de cierta
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