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Martes 11 Diciembre 2018

MORADO/BLANCO - FERIA Ó MEMORIA LIBRE - AE - II
2º de adviento

San Dámaso I, papa podamos celebrar con un corazón puro
el misterio admirable de la encarnación
de tu Hijo único. Que vive y reina conti-
Dámaso nació en el año go en la unidad del Espíritu Santo, y es
305. Su padre lo educó Dios, por los siglos de los siglos.
esme ra da men te en las
huma ni da des y en una
gran pie dad. Se dis tin- LITURGIA DE LA PALABRA
guió por su serie dad e
inte li gen cia. Se orde na 1º LECTURA
sacer do te. Llega a la cá- Lectura del libro del profeta
te dra de san Pedro, en el Isaías 40, 1-11
año 366. Se enta bla una
lucha con pres bí te ros ¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo,
que se nie gan a reco no cer lo como Papa dice su Dios! Hablen al corazón de
por ser extran je ro. Los dama sia nos y los Jerusalén y anúncienle que su tiem-
ursi nia nos se dis pu tan la basí li ca. A los po de servicio se ha cumplido, que su
dos años Ursino se ve obli ga do a dejar culpa está paga, que ha recibido de la
Roma. Dámaso tra ba ja, la casa la trans- mano del Señor doble castigo por todos
for ma en igle sia, crea una biblio te ca, sus pecados.
pro pa ga el cul to de su fe; todo esto le Una voz proclama: ¡Preparen en el
vale el títu lo de Papa de las cata cum bas. desierto el camino del Señor, tracen en
Encomendó a san Jerónimo la tra duc- la estepa un sendero para nuestro Dios!
ción de las Sagradas Es cri turas. Murió el ¡Que se rellenen todos los valles y se
11 de diciem bre del año 384. aplanen todas las montañas y colinas;
que las quebradas se conviertan en
llanuras y los terrenos escarpados, en
“El Padre que está en el planicies! Entonces se revelará la gloria
cielo no quiere que se del Señor y todos los hombres la verán
juntamente, porque ha hablado la boca
pierda ni uno solo de estos del Señor. Una voz dice: «¡Proclama!»
pequeños” Y yo respondo: «¿Qué proclamaré?»
«Toda carne es hierba y toda su consis-
tencia, como la fl or de los campos: la
RI TO DE EN TRA DA hierba se seca, la fl or se marchita cuan-
do sopla sobre ella el aliento del Señor.
Antífona de entrada Sí, el pueblo es la hierba. La hierba
Cf. Jer 31, 10; Is 35, 4 se seca, la fl or se marchita, pero la pa-
Escuchen, naciones, la palabra del labra de nuestro Dios permanece para
Señor, anúncienla en las costas más le- siempre.»
Súbete a una montaña elevada, tú
janas. No teman: ahí está su Salvador. que llevas la buena noticia a Sión; le-
Oración colecta vanta con fuerza tu voz, tú que llevas
34 oración suba a tu presencia, para que la buena noticia a Jerusalén. Levántala
Señor y Padre santo, que nuestra
sin temor, di a las ciudades de Judá: