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Martes 11 Diciembre 2018

       «¡Aquí está su Dios!» Ya llega el Señor   reina! El Señor juzgará a los pueblos
       con poder y su brazo le asegura el do-  con rectitud.»                                            R.
       minio: el premio de su victoria lo acom-
       paña y su recompensa lo precede.      Alégrese el cielo y exulte la tierra,
         Como un pastor, él apacienta su re-  resuene el mar y todo lo que hay en él;
       baño, lo reúne con su brazo; lleva sobre   regocíjese el campo con todos sus fru-
       su pecho a los corderos y guía con cui-  tos, griten de gozo los árboles del bos-
       dado a las que han dado a luz.     que.                                                    R.

       Palabra de Dios.                      Griten de gozo delante del Señor,
                                          porque él viene a gobernar la tierra: él
                COMENTARIO                gobernará al mundo con justicia, y a
        Dios, por medio de Isaías, habló –y   los pueblos con su verdad.                R.
        sigue hablándonos hoy- al corazón.            ALELUIA
        Son palabras divinas, pero envuel-
        tas en sentimientos humanos para     Aleluia. El día del Señor está cerca;
        que más fácilmente podamos enten-  él vendrá a salvarnos. Aleluia.
        derlas. “Consuelen, consuelen a mi
        pueblo, dice su Dios”. Consuélenlo,          EVANGELIO
        porque Navidad, Encarnación, Dios   Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
        que se hace humano, está a tiro de     se gún san Mateo 18, 12-14
        piedra. ¿Y eso qué tiene que ver con
        nosotros? “Anúncienle que su cul-  Jesús dijo a sus discípulos:
        pa está pagada”. Se acabó el exilio   «¿Qué les parece? Si un hombre tie-
        de Babilonia; nos espera a todos la   ne cien ovejas, y una de ellas se pierde,
        tierra prometida. Dios no tiene para   ¿no deja las noventa y nueve restantes
        con nosotros más que misericordia   en la montaña, para ir a buscar la que
        y compasión. Sólo se nos pide creer,   se extravió?
        confiar, fiarnos de Dios. Muchos       Y si llega a encontrarla, les aseguro
        años después, las palabras de Isaías   que se alegrará más por ella que por las
        se hacen realidad en Jesús de Na-  noventa y nueve que no se extraviaron.
        zaret.                               De la misma manera, el Padre que
                                          está en el cielo no quiere que se pierda
                                          ni uno solo de estos pequeños.»
                   SALMO
         Sal 95, 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13    Palabra del Señor.
                (R.: Is 40, 9-10)
       R. ¡Aquí está nuestro Dios! Ya llega con    COMENTARIO
       poder.                               Tal vez nosotros seamos esa ove-
                                            ja que se perdió. Y tal vez experi-
         Canten al Señor un canto nuevo,    mentemos la alegría inmensa de
       cante al Señor toda la tierra; canten al   ser encontrados por Dios. Para
       Señor, bendigan su Nombre, día tras   que eso suceda debemos aceptar
       día, proclamen su victoria.                 R.  que estamos perdidos, que hemos
                                            equivocado el camino y que ne-
         Anuncien su gloria entre las nacio-  cesitamos nuevamente el abrazo
       nes, y sus maravillas entre los pueblos.   de Dios. Reconocerlo es el princi-  35
       Digan entre las naciones: «¡el Señor
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