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Miércoles 26 Diciembre 2018
ROJO - FIESTA - P
Tiempo de Navidad
también a los enemigos, ya que cele-
San Esteban, bramos el martirio de aquél que supo
primer mártir interceder por sus propios verdugos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad
Estudió y sobresalió en la ciencia de la del Espíritu Santo, y es Dios, por los si-
ley y de las Escrituras. Convertido por glos de los siglos.
los apóstoles, donó sus bienes para que
se repartiesen entre los pobres y enfer- LITURGIA DE LA PALABRA
mos. Esteban fue nombrado diácono,
oriundo de Alejandría se convirtió al
cristianismo el día de pentecostés. La 1º LECTURA
gente del pueblo, los sacerdotes, los Lectura de los Hechos de los
comerciantes y políticos, todos los se- Apóstoles 6, 8-10; 7, 54-60
guían. Muchos que no habían creído En aquellos días: Esteban, lleno de
aceptaban ahora le mensaje de Jesús. gracia y de poder, hacía grandes pro-
Los ciudadanos respetaban al diligen- digios y signos en el pueblo. Algunos
te diácono por su saber y hombría y
el número de los convertidos iba en miembros de la sinagoga llamada «de los
aumento. Pero los judíos se conjura- Libertos», como también otros, origina-
ron contra él, y agitaron al pueblo, y a rios de Cirene, de Alejandría, de Cilicia
empujones y golpes lo llevaron frente y de la provincia de Asia, se presentaron
a Gazit acusándolo de blasfemo. Cai- para discutir con él. Pero como no encon-
fás lo interrogó y como Esteban seguía traban argumentos, frente a la sabiduría
fi el a su fe y sentimiento hacia Dios, y al espíritu que se manifestaba en su
decidieron su muerte, eran los últimos palabra. Al oír esto, se enfurecieron y re-
días del año 37. chinaban los dientes contra él. Esteban,
lleno del Espíritu Santo y con los ojos
fi jos en el cielo, vio la gloria de Dios, y
“No serán uste des los que a Jesús, que estaba de pie a la derecha
habla rán sino el Espíritu de Dios. Entonces exclamó: «Veo el cielo
abierto y al Hijo del hombre de pie a la
de su Padre”. derecha de Dios.» Ellos comenzaron a
vociferar y, tapándose los oídos, se pre-
RI TO DE EN TRA DA cipitaron sobre él como un solo hombre,
y arrastrándolo fuera de la ciudad, lo
apedrearon. Los testigos se quitaron los
Antífona de entrada mantos, confi ándolos a un joven llamado
Las puertas del cielo se abrieron a Saulo. Mientras lo apedreaban, Esteban
san Esteban, el primero de los mártires, oraba, diciendo: «Señor Jesús, recibe mi
por eso triunfa coronado en el cielo. espíritu.» Después, poniéndose de rodi-
Se dice Gloria. llas, exclamó en alta voz: «Señor, no les
Oración Colecta tengas en cuenta este pecado.» Y al decir
esto, expiró.
Concédenos, Señor y Dios nuestro,
78 imitar a san Esteban y aprender a amar Palabra del Señor.