Page 125 - Debate anti-utopico
P. 125

La izquierda desfigurada en los tiempos democráticos        125



            eran representantes de mayorías, sino que únicamente trataron de divi-
            dir la votación en el conjunto de las fuerzas de oposición.

                      Tabla 1. Volumen de la votación municipal del MSM
                                           1999    2004     2010
                       Votación nacional  116.652  233.827  543.902
                       Votación resto del país  52.530  61.523  317.892
                       Votación La Paz    64.122   172.304  226.010
                                           1999    2004     2010
                       Votación nacional  22,5%    43,5%   48,5%
                       Votación resto del país  5,8%  8,7%  13,7%
                       Votación La Paz     3,1%    2,7%     9,1%
            Fuente: Diego Cuadros Anaya. “Liderazgos y organizaciones políticas: estudio de
            caso. Movimiento Sin Miedo por Justicia y Dignidad (MSM)”. Andamios, sepa-
            rata: Bitácora de organizaciones políticas. Proyecto de Fortalecimiento Democrático
            del PNUD, La Paz, p.112, sobre la base de datos oficiales del Tribunal Supremo
            Electoral.
                El MSM pensó ser la segunda fuerza electoral nacional después
            de romper con el MAS para las elecciones municipales de 2010. Según
             sus previsiones, todo hacía prever que iban creciendo (tabla 1) pero se
            cometieron errores en la definición de lo que podían ser nuevas alianzas,
             sobre todo porque el MSM estaba convencido de ser la alternativa per-
            fecta al liderazgo de Evo Morales, sobredimensionando sus expectativas.
            No interpretaron correctamente el sistema político actual. El partido se
            alejó casi totalmente del posicionamiento de los movimientos sociales
            que desbordaron a los partidos desde el año 2003, lo cual evitó que el
            MSM pueda tener posibilidades de éxito.
                En realidad, los dirigentes siempre confiaron más en los miembros
            de la burocracia municipal, aunque ésta no se sintió plenamente inte-
            grada como parte del proceso electoral. Muchos creyeron estar siendo
            utilizados en la campaña, y como resultado del caudillismo desinstitu-
            cionalizado o una institucionalización ficticia, emergieron varias críticas
   120   121   122   123   124   125   126   127   128   129   130