Page 46 - libro de los detalles plasticos en el arte romanico.Fernando Ezquerra Lapreta
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(Navidad, Resurrección). Y, claro está, a los dos vivientes realizados en la parte
derecha de la tabla (Juan, Lucas), les corresponderían las imágenes de la parte
izquierda (Anunciación, Crucifixión). Es como si el artista se hubiese equivocado a la
hora de encajar las diferentes partes que forman el conjunto de la iconografía.
Como no me canso de comentar, en el Arte Románico, no solo hay que
contemplar el trabajo de los maestros artesanos, también el pensamiento de los
teólogos redactores. Por eso, la explicación de que fue un arte que tuvo una simple
función catequética o que constituyó una Biblia Pauperum para que lo entendiese el
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pueblo… tal vez convendría ya abrir otras líneas de interpretación. La función del
simbolismo del Arte Románico no se agota tan fácilmente. Para que se vea lo que
queremos expresar, un nuevo ejemplo, ahora un frontal de altar tomado del MNAC.
Una vez más, se trata de un Pantocrátor con Tetramorfos al que se le añade la
presencia de los doce discípulos. De hecho, la presencia de los discípulos o apóstoles
condiciona la colocación de la representación iconográfica de los Vivientes: a la
izquierda: León (Marcos) / Hombre (Mateo); a la derecha: Águila (Juan) / Ternero
(Lucas). Únicamente dos de los doce discípulos están de rodillas y, además, se les
connota sosteniendo sendas representaciones de Vivientes: el león y el águila. Lo del
águila es fácil de interpretar, ya que permite identificar que el discípulo que está
arrodillado sosteniendo este símbolo a la derecha del Pantocrátor no es otro que San
Juan Evangelista.