Page 123 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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A través de un transcurso evolutivo progresivo, el método escolástico ha creado una determinada técnica o forma exterior, por así decirlo así, se ha concretado y materializado. En opinión de Martínez (2003) nos ofrece aquí, una precisa definición del método escolástico, cuando indica que es una descripción global del núcleo doctrinal de la escolástica, es decir, el intento de racionalizar la fe. Es necesario puntualizar, que el método escolástico como método de enseñanza constaba de: lectio, quaestio y disputatio. El Lectio radicaba en crear comentarios de textos de autoridad, en niveles de profundidad hermenéutica. Así se tiene que enseñar era leer en su sentido más ducho, principalmente la Biblia, luego se extendió a otros textos, primero religiosos, y más adelante laico. Empero, cuando había apuros de comprensión se cotejaban las posibles sentencias o interpretaciones, surgiendo de esta manera la denominada Quaestio. Correspondió a Pedro Abelardo emplearlo por primera vez, al confrontar las sentencias de los Padres en un texto escolástico (si y no), de la discrepancia que parece existir entre algunas de las sentencias distintas de los Santos Padres, da lugar la cuestión. La confección de los disímiles pasos en que se articulaban las questiones dio paso a la Disputatio, en la que se fortalece el método dialéctico, se desligaron de las lectio. Las había ordinarias, frecuentes y sobre textos, solemnes, en épocas marcadas del año, dos o tres veces a lo largo del itinerario, y en presencia de todos los maestros y estudiantes de la Universidad, que discurrían sobre cualquier tema, que se denominaba quodlibet. De ahí el surgimiento de las denominadas quaestiones disputatae y las quaestiones quodlibetales. Habría que decir también, en variados aspectos la alta Edad Media era una época muy civilizada, que se caracterizaba porque todo profesor de Teología o de Filosofía debía someter sus tesis y afirmaciones a debate público, sin esta prueba de tenacidad a los argumentos contrarios, ninguna postura filosófica o teológica se podía suponer madura. No alcanzaba afirmar las cosas, había que argumentarlas razonadamente, en contra de la inadmisible idea de que en la Edad Media, todo se resolvía por el argumento de Autoridad. 123