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Según Moreno (2008), afirma que, las discusiones públicas regulares se llamaban quaestiones disputatae, es decir, temas o preguntas rivalizadas en las que uno de los profesores de la universidad presentaba sus tesis y las defendía contra los argumentos de sus oponentes. En cierta manera, el profesor combatía en su terreno, ya que era él quien escogía el tema a discernir. Mientras las llamadas quaestiones quodlibetales, se producían de forma excepcional, dos veces al año, que para Moreno (Ob. cit) aclara, que son preguntas que cualquier persona podía realizar de manera pública, sobre cualquier tópico, al profesor en cuestión y a las que este debía responder, de forma razonada, igualmente de manera pública. Las quaestiones quodlibetales que se han atesorado de varios escritores medievales, como Santo Tomás o Duns Escoto, son textos muy excepcionales que marcan la capacidad de estos pensadores de aplicar sus principios filosóficos y teológicos a cualquier tema que les plantearan. El método que persiguen los filósofos de la Edad Media no es solamente, como en Aristóteles, la deducción, la intuición racional, sino que también es la contraposición de opiniones disidentes. Santo Tomás, cuando explora una cuestión, no simplemente deduce de compendios generales los compendios particulares ajustables, sino que pone en columnas separadas las opiniones de los diferentes filósofos, que son unas en pro y otras en contra; las pone cara a cara, las critica unas con otras, desentierra de ellas lo que puede tener de verdadero como de falso, o sea son como dos tropas en batalla; son verdaderamente una reviviscencia de la dialéctica platónica, todo lo cual se aplica reiteradamente en las universidades de la época actual. De estas evidencias, cabe destacar que en la edad media según Reguilón (2011), se originan tres grandes problemáticas que son Dios, Relaciones entre Fe y Razón y Los Universales. En cuanto a la primera de las cuestiones, la reseñada a Dios, plantea en los filósofos medievales la necesidad de manifestar mediante métodos científicos la existencia del mismo siendo no sólo asunto de fe sino además de ciencia. 124