Page 125 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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                        Mientras la segunda, va a ser reconocida a través de una unión entre ambas                  que, según los escritores de este tiempo, no son discordantes sino, al contrario, se                  reconciliarán en conceptos complementarios. Asimismo, dentro de este segundo                  punto se topa con tres posturas que atañen a tres autores, muy diferentes entre sí:                  una defendida principalmente por San Agustín en la que sólo existe una Verdad                  que es dada a través de la confluencia de ambas corrientes, la segunda de ellas                  es la resguardada por Averroes, llamada de la Doble Verdad ya que bajo su punto                  de vista ambas fuentes son autónomas y por tanto independientes van a ser sus                  resultados aunque coincidan en un punto común, luego más adelante la postura                  de la independencia armónica fue defendida por San Tomás quien pensaba que                  ambas,  religión  y  fe,  comparten  verdades  que  pueden  ser  declaradas  sin  la                  necesidad de la otra.                        En cuanto a los universales son, atendiendo a la tercera de las discutas, los                  problemas más peleados por los filósofos medievales, consistentes en decidir si                  las ideas más generales y abstractas poseen existencia aislada e independiente                  del intelecto humano o son sólo nombres, definiciones. A este asunto encontramos                  respuestas  diferentes  en  la  Edad  Media  que  se  repetirán  en  otras  etapas  y                  corrientes filosóficas desde diversos puntos de vista, porque la historia se describe                  y analiza como un continuum que no se detiene y avanza desde diferentes puntos                  de  vistas,  unos  apoyados,  otros  cuestionados,  otros  compartidos,  pero  al fin  de                  cuenta han servido de base para la construcción del cosmos.                        Santo  Tomás,  teólogo  y  filósofo  católico  perteneciente  a  la  Orden  de                  Predicadores, principal representante de la enseñanza escolástica y  una de las                  figuras  más  emblemáticas  de  la  teología  sistemática,  argumenta  y  defiende  el                  reconocimiento  de  la  filosofía  y  teología  reposa  en  la  disgregación  entre  orden                  natural  y  sobrenatural,  el  orden  de  conocimiento  natural  proviene  de  la  razón                  humana,  el  cual  da  lugar  a  la  filosofía  y  tiene  carácter  demostrativo;  el  orden                  sobrenatural procede del develamiento y de la fe y es un conocimiento sombrío;                  algunas de sus verdades están al alcance de la razón, y otras la exceden, pero                  ambos conocimientos emanan, en último término, de Dios, por lo que entre ellos                  no puede haber refutación alguna.                                                             125
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