Page 150 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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                  pleno desarrollo formal con la llegada de las universidades medievales, entre los                  siglos XII y XIII. Los instrumentos fundamentales eran la lectio, lectura de textos,  y                  la  disputatio,  discusión  pública,  ya  que  el  objetivo  es  elaborar  un  sistema                  metafísico  racional,  sin  recurrir  a  las  revelaciones  espirituales  o  divinas  como                  explicación. Sobre la existencia de Dios y su prueba, Santo Tomás de Aquino en                  Suma  Teológica  reflexiona  sobre  tres  enunciados:  Dios  es  una  verdad  evidente                  por sí misma, la existencia de Dios es una verdad demostrable y Dios existe. Para                  dar  respuesta  a  estos  enunciados  Santo  Tomás  nos  presenta  las  cinco  vías                  basadas en argumentos lógicos-metafísicos, partiendo de un hecho observable de                  la naturaleza o dato sensible o de la experiencia, al cual se le aplican los principios                  de causalidad, de no recurrencia al infinito en la serie causal y la afirmación de                  una primera causa, en la que concluye que la primera causa es Dios, por ser el                  motor inmóvil que origina el movimiento.                         A modo de conclusión al revisar la historia de la filosofía, los postulados de                  los  hombres  y  mujeres  que  aportaron  su  razonamiento  para  cimentarla,  que                  todavía nos asombramos y cuestionamos sobre aspectos que fueron considerados                  por ellos, sobre la vida, el universo, el ser, la existencia, el hombre, que todavía                  sigue  vigentes  estas  interrogantes  y  aunque  por años  y  tal  vez  por siglos  estas                  cuestiones puedan dárseles menor importancia, no dejan de estar presentes en la                  sus mentes, de lo que nos define como especie.                         Tal vez la filosofía es el encuentro más íntimo con nuestra propia esencia                  humana, si es que algo puede tener esencia, nos desvela en las incertidumbres                  que surgen a media noche y nos acurruca en la sombra de nuestros miedos, nos                  enorgullece con nuestras respuestas y levanta ese espíritu de logro de saber que                  por  lo  menos  lo  hemos  intentado,  nos  lleva  al  encuentro  más  cercano  que                  podamos tener con nuestro propio juicio y el que suponemos es el raciocinio de                  los demás, nos adentra en la sociedad y nos permite reconocer a nuestros pares                  racionales,  con  quienes  compartimos  una  cultura,  tradiciones,  conocimientos,                  lenguaje,  señas,  cariños,  alegrías,  aprendizajes,  pero  también  llantos,  dolor,                  frustraciones.                                                             150
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