Page 15 - LIBRO DE PSICOFARMACOLOGÍA
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Sección I: Vías de administración de medicamentos
La estimulación ininterrumpida de células por agonistas suele culminar en un estado de
desensibilización (llamado también estado resistente o de regulación sustractiva), de modo
que disminuye el efecto que surge con la exposición continua o ulterior del fármaco a la
misma concentración. El fenómeno mencionado, conocido como taquifilaxis, ocurre con
rapidez y es de enorme importancia en situaciones terapéuticas.
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS
Philip (2008) menciona que “existen vías diferentes por las que se administran los fármacos
y cada una tiene su propio conjunto de ventajas y desventajas que influyen en la absorción,
toxicidad y eficacia clínica y que, en el caso de los seres humanos, se puede mostrar cómo
algunas vías tienen mayor probabilidad de conducir a la adicción”.
Inyección intravenosa (IV): las moléculas del fármaco se disuelven/suspenden en un líquido
que se inyecta al torrente sanguíneo (esta vía de administración se emplea comúnmente en
investigación con animales). El tiempo entre la inyección y la acción del medicamento en el
cerebro es cuestión de segundos. Las desventajas: a) se administra la dosis completa (es decir,
la dosis requerida para los efectos óptimos; es posible que no sea deseable que esto ocurra de
una sola vez y que para evitar reacciones fisiológicas adversas sea necesario introducirla
gradualmente); b) se requieren ciertas habilidades para inyectar de manera apropiada en la
vena, y c) en el caso de los seres humanos, algunas personas temen a las inyecciones (lo cual
conduce a abandono de los participantes y un posible efecto de ansiedad sobre la respuesta
al fármaco). Es frecuente que se prefiera esta vía de administración en el caso de personas
que abusan de las drogas debido a su velocidad y poder de acción.
Inyección intraperitoneal (IP): el fármaco se inyecta a través de la pared abdominal dentro
de la cavidad peritoneal (es decir, el espacio que rodea al estómago, intestinos e hígado). Esta
vía de administración no es tan rápida como la inyección IV. Por lo común se emplea con
pequeños animales de laboratorio.
Administración oral: en los seres humanos es una vía conveniente de administración, pero
las vías IV e IP son mejores para llevar el fármaco, en la dosis requerida, directamente al
torrente sanguíneo. Además, los productos estomacales (es decir, ácidos y enzimas
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