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83.-LOS GRANDES HOMBRES
con las princesas y el príncipe, sus hijos-
avanzando, avanzando siempre hacia la costa.
Dice la tradición que en una misma noche
llegaron a orillas del Pinaro los dos ejércitos
enemigos. Grande fué la sorpresa de Alejan-
dro al ver que el rey de los persas con su ejér-
cito inaca1bable le aguardaba en aquel sitio.
La llanura que entre las monta:ñas y el golfo
de Isso se encontraba, tenía sólo una anchura
de cinco kilómetros, y esto, que era una gran
ventaja para ejército tan · reducido como el
macedónico, resultaba fatal para el pesado
ejército persa.
Y mientras Alejandro procuraba con su
ciencia guerrera y su indomable valor, ayu-
dar a la fortuna que así le sonreía, Darío, cie-
go por la soberbia, se lanzaba, imprudente, a
la muerte.