Page 92 - completo alejandro_Neat

ALEJANDRO MAGNO.-80

hennanaa por mujer, para que envenenase a
Alejandro con aquella medicina famosa.
Y he aquí que Alejandro, hallóse perplejo
por sólo un instante brevísimo. La carta le
inducía al temor de perder la vida si bebía la
pócima que Filipo le estaba preparando; mas
si no era como la carta decía, si el médico era
inocente, ¡ de qué modo le ofenderían, le do-
lerían las sospechas de aquel a quien sólo sal-
var deseaba !
En esto entraba Filipo llevando en sus ma-
nos uu.a taza con la pócima que Alejandro
debía tomar. Cogió a su vez Alejandro en una
mano la taza, teniendo en la otra la carta; y
mientras, de un solo trago, bebía la pócima,
dió a Filipo el mensaje para que lo leyera.
Terminando Alejandro de beber y Filipo de
leer, se miraron ambos cara a cara. Dijo el
médico:
-Desprecio la calumnia, Señor, y como en
tu salud residirá mi mejor justificación con-
tra ella, sólo te ruego que recobres el preciso
reposo, y sigas :fielmente todas mis prescrip-
ciones para que la curación se realice presta-
mente.
Dijo el rey;