Page 15 - REVISTA PRINGLENSE
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Como padres debemos insistir en
proporcionarles información completa
y ajustada a su realidad etaria,
educar en responsabilidad, un
entorno familiar fuerte de contención
donde lo normal sea hablar de
sexualidad y no ocultar esa realidad,
potenciar la percepción positiva que
tiene de sí mismo mediante la
autoestima y buscar que logren
identificar y expresar lo que sienten
con total libertad. Por otro lado,
abordar temas tales como la profilaxis
debe ser en un contexto de
protegerse antes que proteger,
porque si logramos concientizarlos de cuidarse logramos que a su vez cuiden; para
esto lo mejor es prevenirlos informándolos sobre enfermedades de transmisión
sexual. Muchas veces la visita a profesionales como ginecólogos o sexólogos puede
ayudar a evitar el rechazo de ellos a escucharnos.
La sexualidad no debe ser de
ninguna manera un tabú sino
una forma más íntima de
relacionarse con el otro, y su
libre elección debe lograr la
realización personal del
individuo impactando
positivamente en lo social
por medio de ciudadanos
sanos de mente y libres para
decidir sobre sus cuerpos y
actos sin ser ni sentirse
violentados de forma alguna
y responder así violentando
también.