Page 178 - El libro de Enoc
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las guiaba, a todas las estrellas cuyo miembro sexual era como el
                de los caballos, y ellos las llevaron a todas ante Él.




                Luego,  Él  habló  al  hombre  que  escribía  ante  Él,  uno  de  los  siete
                hombres blancos, y le dijo: «Toma esos setenta pastores a quienes
                había encomendado las ovejas y que después de haberlas recibido

                degollaron a muchas más de las que se les había mandado».



                He aquí que los vi a todos encadenados y todos se postraron ante
                Él.



                El  juicio  recayó  en  primer  lugar  sobre  las  estrellas  y  ellas  fueron

                juzgadas,  encontradas  culpables  y  enviadas  al  lugar  de
                condenación, fueron arrojadas a un abismo llenos de fuego, llamas y
                columnas de fuego.                                                               (Os 4:1-8)



                Entonces  los  setenta  pastores  fueron  juzgados,  encontrados

                culpables y arrojados al abismo ardiente.



                Vi en ese momento como un precipicio que se estaba abriendo en
                medio  de  la  tierra.  Llevaron  a  aquellas  ovejas  ciegas  hasta  allí  y

                todas  fueron  juzgadas  y  encontradas  culpables  y  arrojadas  al
                abismo  en  semejante  abismo  de  fuego  y  ellas  ardieron  en  ese
                precipicio que estaba a la derecha de esa casa.



                Vi arder a esas ovejas y sus huesos también ardían.




                Me levanté para ver como Él desarmó esa vieja casa, se llevó todas
                sus  columnas,  vigas  y  adornos  de  la  casa  que  fueron  retirados  al
                mismo tiempo, y se los llevaron y los pusieron en un lugar al sur de

                la tierra.
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