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Pero, si estoy en un lugar donde la mayoría de las personas se encuentran en una
                posición económica alta, deberé buscar un espacio adecuado, un lugar lindo, cómodo,
                que les sea familiar, con una ubicación adecuada. Puede ser en casas, en un salón,
                algunos utilizan el salón de un hotel o una sala de cine, incluso puede ser una carpa
                bien armada, con todos los recursos necesarios y acordes a las personas que se in-
                vitará. Me refiero como recursos al equipo de sonido, las instalaciones sanitarias, la
                iluminación del lugar, instrumentos, una oficina, etcétera. Cuando abrimos el Centro
                de Santa Fe lo hicimos en un salón que alquilamos muy bien equipado.

                  Lo mismo sucede si quiero abrir una obra en un lugar de clase media; también se
                puede empezar en un salón alquilado, bien puesto.

                  Las carpas son otro recurso para abrir una iglesia; se compra el terreno, se pone la
                carpa, y se comienza con las reuniones; luego se establece la iglesia en ese lugar; se
                baja la carpa y se comienza a edificar. Nos ha sucedido, la gente se sorprendía y de-
                cía: “¡Guau!, ¡qué bárbaro! ¡Pensábamos que esto era un circo!”. Pasaban los días y
                comenzaban a ver que se levantaba un templo. Eso trae más estabilidad, las personas
                sienten que el lugar es permanente, que la iglesia no es pasajera.

                  En lugares humildes, también hemos abierto iglesias, enfocados en la ayuda social:
                comedores, clínicas médicas, charlas. Las personas respondieron porque se sintieron
                cómodas. Lo fundamental es presentar la Palabra, plantar el mensaje, darle a la per-
                sona la oportunidad de tener un encuentro con el Señor Jesucristo, no es solamente
                el recurso material en sí.

                  En cualquier lugar que se quiera plantar una iglesia es muy importante: la ubicación,
                la iluminación y el sonido.







                  El proyecto de San Isidro incluye varios enfoques. Por un lado, queremos alcanzar
                a los profesionales, personas que no están siendo alcanzadas y que se encuentran en
                una buena posición económica. Por otro lado, en la Argentina hay unos treinta mil
                extranjeros que hablan inglés, y muchos están radicados en la Zona Norte de Buenos
                Aires, queremos llegar también a ellos.


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