Page 163 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Por supuesto —respondió Calia. Llevó a Elinor a su pequeña alcoba y las dos
           se sentaron en la cama. Una vez solas, Elinor no pareció tener más necesidad de hablar.

           Las palabras escaparon atropelladamente y tan rápido de sus labios curtidos que Calia
           tuvo que pedirle más de una vez a la sacerdotisa renegada que se repitiera.


                    Los ojos de Calia se abrieron mientras escuchaba y su mente volvió a lo que el
           Naaru le había dicho: Hay cosas que debes hacer antes de que se te conceda esa paz.

           Cosas que debes entender, que debes integrar a tu propio ser. Gente que necesita tu ayuda.
           Lo  que  uno  necesita  para  sanar  siempre  vendrá  a  nosotros,  pero  a  veces  es  difícil
           reconocerlo.


                    Los ojos de Calia se llenaron de lágrimas y abrazó a su amiga suavemente. Su
           corazón se pareció se sentía lleno y esperanzado por primera vez desde que Lordaeron

           cayó. Ahora tenía un propósito.

                    La sanación venía a ella.





              EL PALACIO DEL PLACER




               DE GALLYWIX, AZSHARA








                    Había muchos lugares en Azeroth en los que Sylvanas Windrunner preferiría no

           estar. El asquerosamente llamado Palacio del Placer de Gallywix no estaba en lo alto de
           su lista, pero estaba cerca.


                    Azshara había sido alguna vez una tierra hermosa, llena de espacios abiertos y
           colores otoñales, y abierta al océano. Entonces los goblins se habían unido a la Horda
           bajo Garrosh y habían desfigurado la región con su ostentosa marca. El “palacio” en

           donde ahora se sentaba en una silla demasiado mullida junto a Jastor Gallywix había sido
           tallado de una ladera. El acantilado de la montaña se había convertido en una “cara” literal
           para que así el semblante grotesco de Gallywix mirara de soslayo la destrucción de la

           tierra debajo.


                    El palacio en sí era aún más feo, en la opinión de Sylvanas. Afuera había un gran
           cesped verde con un camino para alguna clase de juego que incluía una pequeña pelota
           blanca,  una  piscina  enorme  con  una  zona  con  calefacción  y  cantineros  y  meseras
           actualmente holgazaneando exceptuando a los que atendían a Gallywix. Por dentro no era




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