Page 170 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Sí. Ella trabajaba en las cocinas —prosiguió Nathanos—. Se entristeció al
escuchar sobre el fallecimiento de su esposo. Ésta propuesta tiene su aprobación, pues
ella cree que ella ya no está tan sola al tener buenos recuerdos de sus familiares.
Sylvanas negó con la cabeza.
—Éste cese al fuego es un error. Tan sólo llevará dolor a mi gente. Ellos no pueden
ser humanos y poner ésta tentación de reunión con sus seres queridos solamente resultará
en ellos desconectándose de lo que verdaderamente son, renegados. Ellos se volverán
cáscaras con el corazón roto, deseando algo que jamás tendrán. No tengo deseos de verlos
sufrir así —De nuevo, ella pensó en su propio intento de conectarse con los vivos y cómo
lo único que hizo fue remover viejos fantasmas que estaban mejor descansando en paz.
—Podrías sacar ventaja de esto —dijo Nathanos—.Vellcinda dijo que muchos
renegados desean que su próxima muerte sea su Última Muerte. No desean seguir
existiendo. Y una razón bastante citada es que ellos desean estar con aquellos que amaron
mientras vivían.
Sylvanas giró lentamente la cabeza hacia él, considerando sus palabras.
—Si autorizas ésta experiencia, ésta reconexión con personas que amaron en vida,
y se los presentas como algo que tú les has concedido generosamente, tal vez estén más
dispuestos a aceptar tu solución: encontrar maneras de evitar que los renegados se
extingan.
—Es fraternizar con el enemigo —dijo Sylvanas—. Dejarlos interactuar con la
vida y los vivos.
—Tal vez. Pero, aun así, es solamente por un día. Dales ésta esperanza, éste
momento con personas que creyeron jamás volverían a ver. Entonces…
—Entonces yo tengo poder sobre su felicidad, al menos en ese aspecto —
finalizó—. O tal vez decidan que odian a los vivos y serán aún más devotos a su Dama
Oscura —De cualquier manera, Sylvanas ganaría.
Él asintió
—Por lo menos les demostrará que escuchas sus preocupaciones. De verdad creo
que el Concejo Desolado es completamente inofensivo. No son traidores radicales. Dales
esa oportunidad, una vez. Si ves beneficios, puedes decidir si deseas repetirlo.
—Tienes un buen punto —abrió la arrugada carta y la leyó de nuevo —Será difícil
para mis arqueros detener sus manos con tantos humanos frente a ellos.
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