Page 237 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—¡Esa es una buena idea! —la cara de Parqual no estaba demasiado desfigurada
           y un par de pantalones cuidadosamente escogidos y una chaqueta cubrían sus huesos

           expuestos. Pero estaba consciente de que, para los vivos, podría no oler particularmente
           bien— Creo que escogeré una bolsita.


                    —Deberás  apresurarte;  ¡parecen  ser  muy  populares!  —Elsie  sonrió  mientras
           Parqual, aferrando a Oso Bizcocho, caminaba rápidamente hacia la amontonada Annie.


                    Elsie volvió su atención a las murallas de aquel gran muro y a la línea de arqueros

           en lo más alto. Cuando uno a uno se giraron, Elsie se asustó al darse cuenta que esas
           mujeres fuertes, ágiles y aún hermosas incluso en su no-muerte, solamente podían ser las
           forestales oscuras de élite de Sylvanas. Estaban de pie tan quietas como si estuvieran
           talladas de la piedra, sus carcajs llenos de flechas, sus arcos en una mano. Solamente sus

           capas y sus largos cabellos se mecían con la brisa.

                    Nathanos Blightcaller estaba en lo más alto de la muralla también, hablando en

           voz baja con ellas. Encontró la mirada de Elsie y asintió hacia ella. Ella regresó el gesto.


                    —¡Ahí está! —dijo alguien y Elsie giró.

                    La Dama Oscura estaba llegando.


                    Sylvanas montaba en uno de los murciélagos, sus cabellos blancos y dorados y

           sus brillantes ojos rojos la hacían tan inconfundible como a su transporte. El murciélago
           se  preparó  para  el  aterrizaje  y  Sylvanas  saltó  con  gracia  de  su  espalda.  Ningún
           movimiento rígido de sus huesos o desprendimiento de piel para ella. Su rostro era suave,

           con pómulos altos y sus movimientos eran tan ágiles como habían sido cuando todavía
           respiraba. Elsie sintió una abrumadora sensación de gratitud porque su líder estaba ahí
           para apoyarlos a pesar de las preocupaciones de Sylvanas.


                    La mirada roja como el fuego barrió a la pequeña multitud y se posó en Elsie.


                    —Ah, Primera Gobernadora —dijo Sylvanas—. Es bueno verte de nuevo. Confío
           en que nadie haya olvidado el procedimiento que tracé sobre lo que está por venir.


                    ¿Olvidado? Elsie lo tenía grabado en la mente y estaba segura de que los demás
           también. Nadie quería arriesgar futuras reuniones al causar algún problema en la de ese
           día.


                    Sylvanas giró y señaló a las figuras en el muro.


                    —Unos cuántos recordatorios, por si acaso. Estas arqueras están aquí para su
           protección. Anduin tiene al mismo número a lo largo de las murallas  del Castillo de

           Stromgarde. Ya conoces al Arzobispo Faol. Él y otro sacerdote estarán acompañando a



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