Page 19 - El MANUAL DE TANGO
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Julio Mariño Gobbi
que será explicado en mayor detalle en el título “Conexión
energética” del capítulo “El Abrazo”.
Postura apilada
La postura apilada sucede cuando los ejes de los bailarines se inclinan apoyándose uno en el otro,
generando así un eje compartido. Cualesquiera de las posturas explicadas previamente pueden
convertirse en posturas apiladas.
Durante el proceso de armado de un apile es importante que el hombre primero empiece a apilar a la
mujer y use el peso recibido para compensarlo con el suyo. O sea, que el apile de ambos ocurrirá
paulatina y simultáneamente, pero siempre empezando por el apile de la mujer. Esto es para que el
hombre tenga mejor control del peso.
Como se muestra en la imagen N°24, las direcciones de las fuerzas de apoyo estarán determinadas
por la intención y la postura del cuerpo. La forma más liviana y estable de realizar un apile (tanto en
abrazo cerrado como abierto) es direccionando la fuerza de apoyo hacia la pareja de baile de forma
paralela al piso pasando directamente a través de sus centros de conexión. Es necesario prestar
atención a que en la posición apilada una línea de fuerza respecto del piso será distinta que respecto
de nuestro eje personal. Para lograr que la dirección de la fuerza de apoyo sea paralela al piso, se
deberá encontrar una sensación de que esta se proyecta hacia arriba y adelante respecto de nuestro
eje. En el caso de que la fuerza sea en diagonal descendente (hacia abajo-adelante respecto del piso)
eso producirá que el apoyo se vuelva muy pesado e incómodo y con menos espacio para colocar la
cabeza. En caso de que la fuerza sea en diagonal ascendente (hacia arriba-adelante respecto del piso)
eso producirá demasiada fuerza en las lumbares causando problemas de salud a mediano y largo
plazo.
Imagen 24 - Postura Apilada
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