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1- El primer artículo analizado se titula "GRUPOS INTERACTIVOS: INTERACCIONES QUE
AUMENTAN EL APRENDIZAJE Y LA SOLIDARIDAD", de los autores Valls, R; Buslón, N; López, I. Fue
publicado en la revista Padres y Maestros en septiembre de 2016 y para su lectura nos remitimos al
siguiente link: https://revistas.comillas.edu/index.php/padresymaestros/article/view/7117/6950. Está muy
relacionado con el tema del "aprendizaje cooperativo" estudiado en la asignatura de Innovaciones en los
Proyectos de la Educación Infantil.
Los grupos interactivos (GI) son una Actuación Educativo de Éxito, identificada en el proyecto "INCLUD-
ED" (2006-2011), que consiste en una peculiar forma de organización de aula, y que da los mejores
resultados en la actualidad en cuanto a la mejora del aprendizaje y la convivencia. Son grupos de 4 o 5
alumnos heterogéneos, a cargo de una persona adulta voluntaria que facilita la interacción, el dialogo y
el aprendizaje. El docente coordina las actividades y proporciona apoyo cuando es necesario, con
cambio de actividades cortas cada 15 o 20 minutos.
Como ventajas de esta organización podemos señalar que: ayuda a dinamizar el trabajo, se llega a más
alumnos/as, se acelera el aprendizaje, mejora la convivencia y el profesor/a está más cómodo en el aula.
Además, se caracteriza por ser una organización INCLUSIVA del alumnado, promoviendo la ayuda
mutua y el principio de solidaridad (FLECHA, 2000), y otorgando mayores oportunidades a los niños con
necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE). En este sentido, la diversidad entre el alumnado se
entiende como un factor positivo para el aprendizaje.
Asimismo, es importante señalar la idea de que todos los niños/as aprenden, incluso aquellos que tienen
facilidad, porque ayudar al otro implica un ejercicio de metacognición que contribuye a consolidar los
conocimientos, hasta el punto de ser capaz de explicarlos a otras personas.
Sabemos que las interacciones humanas son fundamentales en el aprendizaje, en el desarrollo de las
capacidades intelectuales y el rendimiento académico. Por tanto, si queremos mejorar el aprendizaje de
nuestros alumnos/as tendremos que transformar esas interrelaciones.
En este sentido, Vygotsky (1979) elaboró la teoría de que los niños pueden aprender más a través de las
interacciones que en un estudio individual aislado. Lo que llamamos zona de desarrollo próximo (ZDP)
es la distancia entre el nivel de desarrollo real, determinado por la resolución independiente de
problemas, y el nivel de desarrollo potencial, determinado por la resolución de problemas con guía adulta
o en colaboración con sus iguales más capaces (Vygotsky, 1978, p.86).
Para el alumnado con dificultades de aprendizaje, trabajar en grupos interactivos con la mediación o
andamiaje de una persona “experta” (compañero, docente o voluntario), hace que situarse en la llamada
ZDP (Zona de Desarrollo Próximo) sea más fácil, atreviéndonos a decir que aquí los verdaderos expertos
para ayudar a superar las dificultades de aprendizaje son los propios iguales, que acaban de transitar por
el camino de aprender ese concepto, procedimiento o actitud ante la cual el alumno está atascado.
Este intercambio de conocimientos “no sigue un formato o secuenciación preestablecida, sino que lo
establece el propio alumnado a partir de su propia experiencia. La mayoría de las veces, las
explicaciones que ofrecen los niños o niñas que acaban de efectuar un aprendizaje determinado son
mucho más ilustrativas que las que puede realizar el mismo profesorado. El alumnado suele utilizar un
lenguaje más próximo y tiene la experiencia de aprendizaje mucho más reciente, con lo cual, suele
explicar a sus compañeros y compañeras mucho mejor los ejercicios” (Flecha y Puigvert,2002:s.p.).
En esta misma línea de pensamiento, Bruner (1997) enfatizaba la posibilidad de aprender a través de
interacciones de los estudiantes y Freire (1997) defendía la posibilidad de transformar el contexto de
aprendizaje a través de la acción humana, subrayando el poder de la educación para superar las
desigualdades sociales.
Los grupos interactivos están pensados para que el alumnado pueda recibir una educación de máxima
calidad. Para ello, no se trata de sacar ciertos alumnos y alumnas de clase, sino (al revés) de introducir
en el aula los recursos necesarios para que esos niños y esas niñas puedan seguir su educación con las
máximas expectativas posibles” (Gràcia y Elboj, 2005:105).