Page 123 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides
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ESTUDIO PRELIMINAR
Por último, acepta ser matricida, pero movido por la voluntad de
Apolo (vv. 443-469).
Atenea calibra la gravedad de lo expuesto y acepta dar protec-
ción a Orestes, pero también reconoce la validez de las Erinias
como perseguidoras justas del matricida y, sobre todo, el mal
que acarrearía no observar la naturaleza de su potestad. Ante
ello, Atenea decide instituir un tribunal que juzgue los homi-
cidios y que sea éste el que zanje tan complicado asunto (vv.
470-489).
Quizá ésta sea en términos del tema jurídico-social la parte
más trascendente y relevante de la Orestiada en su conjunto, pues
la resolución a la que se llega en cuanto al callejón aparentemente
sin salida alguna en torno al destino de los Atridas por medio
de Atenea, tiene un claro soporte en la democracia ateniense.
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Ante el nudo trágico que supone el involucramiento de una ley
divina sobre el homicidio en el interior de la familia, la institu-
ción del tribunal del Areópago constituye una solución que deja
la respuesta en manos de un conjunto de jueces que escucha los
alegatos de una parte y de la otra para poder emitir un juicio: la
antigua ley que consideraba la venganza como una forma de ha-
cer justicia se torna contemporánea de la práctica jurídica vigente
en la Atenas democrática.
6. Estásimo segundo (vv. 490-565). Ante la decisión “demo-
crática” de Atenea con la instauración del Areópago, el Coro res-
ponde de manera airada y rechaza que Orestes sea enjuiciado,
pues lo que debe de proceder es la acción directa e inmediata de
las Erinias para hacer justicia acorde con su naturaleza. La opo-
181 Griffith 1995, p. 64.
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