Page 45 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides

ESTUDIO PRELIMINAR

mancha asesina de mi padre y ser odioso para los dioses.
Y el filtro de esta audacia afirmo
que fue Loxias, adivino pitio, porque me vaticinó
que, luego que hiciera esto, sin culpa de la maldad
yo estaría; no diré el castigo, pero si me hacía el desentendido...
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pues con su arco ningún pesar ahora me ha de atacar.
Orestes alude a un principio de la Dike que lo convierte en su brazo
ejecutor y en actor del cumplimiento del destino. No es que él
por naturaleza quisiera asesinar a su madre, sino que el destino lo
coloca en tal predicamento, donde, como él mismo reflexiona,
la lucha inexorable es por motivos de justicia: “¡Ares contra Ares
luchará, Justicia contra Justicia!” Se trata de una diáfana alusión
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a lo insalvable de la acción a la que se ve impelido y de su carácter
inexcusable. Una vez cumplida la funesta acción y porque él es
el sujeto de esa misma fatalidad, el joven argivo marcha a Delfos
y luego a Atenas, perseguido por las Erinias, imagen de lo que
ahora le toca vivir como objeto de la venganza que clama Clitem-
nestra a través de estas deidades persecutoras del matricidio:

¡Ay, ay, mujeres de la casa, hay ahí unas como Gorgonas
con oscuras túnicas y embrolladas
con abundantes serpientes! ¡De ningún modo podría quedarme ya!
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Esta visión de Orestes no es otra que la de su conciencia. La cos-
tumbre que condena los delitos de sangre deviene en el simbo-

76 Aesch., Cho., 1026-1033.
77 Aesch., Cho., 461-462.
78 Aesch., Cho., 1048-1049.

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