Page 195 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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     Capaes, o si hemos de seguir hablando el lenguaje de la leyenda,
     del Ayar Sara.
         Desde aquel instante, fácil de colegir, el suceso de la funda-
                                         lógicamente ante la mirada
     ción del Cuzco se perfila inteligible y
     del historiador.
         Al pie de las momias tutelares que supieron de las antiguas
     peregrinaciones de la raza, aderezadas en la postura sentada pro-
     pia del cadáver andino, ceñidas en vendas litúrgicas,  y  encerra-
     das en las mallas de la chullpa mortuoria, se llevan a cabo las
     deliberaciones de los cuatro Ayares clásicos en un idioma que lla-
     maremos compósito   el cual tuvo a un mismo tiempo de la aru
     del Collao  y  de los dialectos especiales de la selva, de la puna
     y de la costa, en tanto los arakuicus, o bardos de las diferentes
     estirpes  allí congregadas, rememoran a compás de lentas melo-
     peas la comunidad de los orígenes  y  de las aspiraciones de aque-
     llos hijos de una gran familia protoperuana, allí congregados al
     cabo de larga separación, con el objeto de llevar a cabo una obra
     de alta solidaridad nacional.
         Preparado en esta forma el ánimo de sus oyentes, proponen
     los Capaes ir de consumo a radicarse en el ubérrimo valle del
     Guatanay.
         Ocurre, no obstante, que un algo parece hacer falta en aquel
     juego de deliberaciones para avasallar  las voluntades  un algo
     comparable al que ideara Josué a orillas del Jordán, en condi-
     ciones harto parecidas, para arrastrar allende el mencionado río
     a las doce tribus, embelesadas ante la vista de los racimos por-
     tensos cogidos en los opimos viñedos de Jericó;  y  es Mama Ocllo,
     la mítica esposa  y  hermana de Manco, rodeada de nutrida teoría
     de sipas  y  de pallas expertas en menesteres domésticos, la que se
     encarga de presentarlo bajo la especie de las hermosas panojas
     del maíz, cuyos granos si hervidos, son conocidos con el nombre
     de muttij si asados con el de chanca  si tostados, con el de hanca;
     y  lo que más vale, bajo la forma de una teoría de qqueros colma-
     dos de embriagadora chicha!
         Aquel argumento avasalla, de hecho, las voluntades.
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